El sector productivo boliviano atraviesa una crisis profunda debido a los bloqueos en diferentes rutas del país, con pérdidas que sobrepasan los 11.715 millones de bolivianos, según estimaciones de la Cámara Nacional de Industrias (CNI). La situación amenaza con efectos devastadores sobre miles de empresas y millones de empleos, mientras que las autoridades y el sector privado expresan su preocupación por la sostenibilidad de la economía en este contexto de paralización.
Pablo Camacho, presidente de la CNI, informó que, tras 23 días de bloqueos, la economía nacional enfrenta un “colapso” que impacta en la vida de 11,5 millones de bolivianos, poniendo en riesgo 39.000 industrias y 600.000 empleos. Además, aproximadamente 2 millones de microempresarios han visto comprometido su trabajo, mientras sectores clave de la economía sienten ya las repercusiones.
“Bolivia está en una situación insostenible, con pérdidas cuantiosas que superan los 11.000 millones de bolivianos. Esto no es solo una cifra; son empresas y empleos en peligro, un impacto que podría ser irreversible para diversos sectores productivos del país”, subrayó Camacho.
Entre los sectores más golpeados, la industria ha registrado pérdidas de 2.812 millones de bolivianos y los exportadores de más de 3.050 millones, siendo Cochabamba la región más afectada con pérdidas superiores a los 4.217 millones. Esta situación ha desencadenado una pérdida de mercados y productos que probablemente impactará en los indicadores de crecimiento económico y de inflación, advirtió Camacho.
Desde el Gobierno, el viceministro de Logística y Comercio Interno, Grover Lacoa, lamentó que los bloqueos están destruyendo los esfuerzos de reconstrucción económica tras la pandemia.
Lacoa señaló que las movilizaciones, en su mayoría concentradas en Cochabamba, interrumpen la vía troncal La Paz-Cochabamba-Santa Cruz, que maneja el 85% de la carga de productos a nivel nacional. “Se está rompiendo la cadena de suministro, afectando directamente la llegada de productos esenciales desde los centros de producción hacia los mercados de consumo”, precisó la autoridad.
Ambos sectores coinciden en la gravedad de la situación, que no solo implica pérdidas económicas directas, sino también un freno a la recuperación productiva. En este contexto, empresarios y representantes del Gobierno insisten en la urgencia de una solución para evitar un daño económico irreversible y asegurar la estabilidad del sector productivo en Bolivia.