EFE.- El régimen de Nicaragua congeló las cuentas bancarias de al menos tres de las nueve diócesis de la Iglesia católica nicaragüense, denunciaron este sábado fuentes eclesiásticas.
Las diócesis con sus cuentas bancarias restringidas son las de Managua, que preside el cardenal Leopoldo Brenes, y las de Matagalpa y Estelí, a cargo del obispo encarcelado Rolando Álvarez, quien en febrero pasado fue condenado a más de 26 años de prisión por delitos considerados “traición a la patria”, dijeron a EFE fuentes religiosas.
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, obispo Carlos Herrera, dijo a la plataforma Despacho 505 que han recibido informaciones sobre los inconvenientes con las cuentas bancarias de las diócesis, pero que no han sido notificados de forma oficial aunque, horas más tarde, llegó la comunicación del régimen.
En un escrito, la Policía Nacional confirmó dichas suspensiones tras detectar “centenares de millones de dólares, escondidos en bolsas ubicadas en instalaciones pertenecientes a Diócesis del País”, lo que desató investigaciones que -aseguran- evidenciaron “la sustracción ilegal de recursos de cuentas bancarias (…) así como otros actos ilícitos (…) como parte de una red de lavado de dinero”.
Transferencias denegadas
La investigadora nicaragüense exiliada Martha Patricia Molina publicó capturas de pantallas sobre intentos de transferencias bancarias a las cuentas de la Arquidiócesis de Managua, sin éxito.
“Verifique que la cuenta ingresada esté correcta e intente de nuevo”, “Su transferencia no ha podido realizarse”, “Cuenta no válida”, son, entre otros, los mensajes que se leen al intentar hacer una transferencia en las cuentas de la Arquidiócesis de Managua, según Molina.
Hace dos días, la Policía Nacional informó de que investiga al sacerdote Jaime Montesinos por cometer actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación de la nación, de conformidad con el artículo 1 de la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía, la Autodeterminación y la Paz.
El religioso es párroco de la iglesia Juan Pablo II del municipio de Sébaco, departamento de Matagalpa, la diócesis que dirige el obispo Álvarez.
La Policía también investiga a otros dos sacerdotes por “asuntos administrativos” de la disuelta Cáritas Diocesana de Estelí, norte de Nicaragua, que también administra Álvarez.