El juzgado octavo de Instrucción Penal de Santa Cruz determinó este sábado en la noche la detención preventiva de Diego V. y Freddy Ch., por seis meses en la cárcel de Palmasola. Fueron imputados por los delitos de tráfico de sustancias controladas, confabulación y asociación delictuosa.
“Se va a disponer la detención preventiva de Diego V. y Freddy Ch., en el centro de rehabilitación de Palmasola por el plazo de 180 días emergente de la ampulosa investigación y de la solicitud que ha realizado el Ministerio Público y los actuados que quedan pendientes”, dijo la jueza Livia Alarcón.
La audiencia se desarrolló de forma presencial en el que participaron ambos funcionarios de la aerolínea estatal, acusados por el envío de un cargamento de casi media tonelada de cocaína desde el aeropuerto Viru Viru a España.
La comisión de fiscales solicitó ante la jueza que el caso sea declarado en reserva, debido a la complejidad y delicado de la investigación. La petición fue concedida por la autoridad jurisdiccional que dispuso la reserva de las actuaciones procesales por 10 días.
La fiscal Rocío Medrano anticipó que citarán a más funcionarios de la empresa estatal que estaban de turno el 11 de febrero, día que se envió el cargamento. Además, dijo que solicitarán información a la dirección de Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol), a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y a los efectivos antidrogas.
“Existen varias citaciones en el cuaderno de investigaciones que se van a empezar a ejecutar para que declaren, no se puede especificar la cantidad porque existen varios funcionarios que estaban de turno el 11 de febrero. Vamos a continuar con las investigaciones correspondientes”, explicó.
A la vez, está previsto realizar una pericia de laboratorio de la sustancia controlada, se requerirá a la Dirección Migración el flujo migratorio de los procesados, el extracto de llamadas y, a la ASFI, un resumen bancario de las cuentas de los sujetos.
Una de las cámaras de seguridad de BoA muestra el momento cuando los funcionarios rompen el precinto de seguridad de las cajas, emplazado por la Policía para ingresar la casi media tonelada de droga en una bodega y posteriormente trasladada hasta el aeropuerto de Barajas, España.