Agencias.- Varias ciudades de Ucrania recibieron este jueves una nueva andanada de misiles por parte del ejército ruso. Kiev, Kharkiv, Odesa, Lviv y Zhytomyr fueron las principales zonas de impacto.
De acuerdo con el ejército ucraniano, los rusos enviaron 69 misiles en su más reciente ataque. Las defensas antiaéreas consiguieron derribar 54 de ellos, con los restas impactando exitosamente distintos objetivos, incluidos espacios civiles.
El acalde de Kiev, Vitaliy Klitschko, confirmó que el saldo del ataque consistió en su mayoría de daños materiales. Desafortunadamente, hubieron víctimas civiles que terminaron lesionadas, entre ellas un niño de tan solo 14 años.
La región fronteriza fue la que registró una mayor actividad. De acuerdo con la BBC, el ataque habría durado alrededor de cinco horas, por lo que se le considera uno de los más intensos acontecidos en el último año.
La fuerza aérea confirmó que los ataques llegaron desde aviones y barcos. Asimismo, se habría comprobado del uso de drones kamikaze en varios lugares, principalmente en territorios urbanos.
Ucrania condenó los bombardeos del día, calificándolos como una estrategia cruel que busca dañar al pueblo ucraniano. En las últimas semanas, los ataques rusos han incrementado, dejando tanto infraestructura militar como civil severamente dañada.
Cabe destacar que los ataques siguen estando dirigidos a sitios estratégicos. Plantas de energía eléctrica y de tratamiento de agua han sido los objetivos más frecuentes. El plan de Rusia continúa siendo deshabilitar los servicios básicos en las ciudades principales, forzando a que la población evacúe prontamente.
La llegada del invierno también ha sido de gran apoyo para su campaña, ya que las bajas temperaturas podrían acelerar sus planes. En los últimos días el gobierno ruso también ha declarado que están abiertos a una negociación, pero que es Ucrania quienes no quieren llegar a un acuerdo que frene el conflicto.