800 noticias.- La chica nació con problemas congénitos, por lo que le practicaron un promedio de 200 cirugías menores y mayores en el transcurso de su vida, publicó The Mirror.
Es de Nueva Zelanda. Le hicieron el trasplante de corazón a los 25 años. Y desde ese entonces, siente que tiene que vivir al máximo y educar sobre la importancia de donar órganos, es algo que quiere hacer no solo por ella, sino también por su donante y por la familia de este.
“Todo lo que hago en la vida, lo hago por mi donante… Alcanzar mis metas y hacer todas las cosas que amo es celebrar que mi donante aún vive “, dice según el referido medio.
Conservado
Jessica entregó su corazón a la ciencia para investigación, pero luego se lo regresaron, ya que no lo necesitaban más. Ella decidió guardarlo y por eso, lo tiene en una bolsa plástica con líquido conservante.
El portal británico The Mirror reseñó que lo guardaba en su armario, pero ahora lo tiene en un cajón de su escritorio, lo tiene cerca mientras trabaja.
“Cuando compre una casa, quiero enterrarlo (su viejo corazón) y plantar un árbol encima y dedicárselo a mi donante”, compartió Jessica, quien se muestra contenta en su cuenta TikTok @jessica.elenanz, con fotos del antes y después del trasplante.
Luce alegre en bikini sin avergonzarse de las cicatrices por sus cirugías. Celebra que tiene vida, y por eso no pierde tiempo, escondiendo su sonrisa, ni acomplejándose.
¿Por qué guarda su viejo corazón?
El referido medio presentó el motivo de Jessica para guardar su viejo corazón.
“Siempre supe que tener mi corazón y educar sobre la donación de órganos sería controvertido, pero sorprendentemente al 90 por ciento de las personas les encanta y lo encuentran realmente interesante”, dice la joven.
Contó que algunas personas ven raro que lo guarde, pero ella igual lo mantiene, acordándose de que tuvo una nueva oportunidad de vida.