Este jueves, Evo Morales, expresidente de Bolivia, fue citado a declarar ante una comisión de fiscales en Tarija por acusaciones de estupro y trata de personas, relacionadas con el presunto embarazo de una menor de edad de Yacuiba mientras él ejercía la presidencia. La cita, programada para las 16:00, representa un hecho significativo en la política boliviana, marcando uno de los momentos más críticos en los últimos 20 años de la carrera del líder del Movimiento Al Socialismo (MAS).
El gobierno de Luis Arce ha advertido que, de no presentarse Morales a la convocatoria, se podría emitir una orden de aprehensión en su contra. El ministro de Justicia, César Siles, subrayó la importancia de que Morales, así como los padres de la menor involucrada, cumplan con su deber legal, remarcando que cualquier incomparecencia podría desencadenar acciones legales inmediatas.
Morales, por su parte, ha mostrado disposición a acudir, aunque lo ha hecho en medio de un clima de tensión. La noche anterior a su declaración, el exmandatario denunció públicamente que hay una movilización inusual de fuerzas policiales en Tarija, mencionando el acuartelamiento de 600 agentes y el traslado de otros 400 desde Oruro y Potosí. Según Morales, estas acciones formarían parte de un supuesto plan para detenerlo, junto a otros dirigentes políticos afines a su movimiento. “Hay instrucciones de detenerlo al Evo en Tarija”, afirmó el expresidente, cuestionando las intenciones detrás de esta operación policial.
La jornada de este jueves ha capturado la atención nacional, no solo por las acusaciones contra Morales, sino también por el impacto que su respuesta ante la justicia podría tener en el panorama político del país. Esta situación podría abrir un nuevo capítulo en las ya tensas relaciones entre Morales y el gobierno de Arce, con implicaciones tanto legales como políticas para el MAS y sus seguidores.
El desenlace de esta declaración ante la Fiscalía no solo determinará el futuro judicial de Evo Morales, sino que también podría redefinir el rumbo de la política boliviana en los próximos meses.