La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) ratificó este martes que el índice de mora del sistema financiero boliviano se mantiene en niveles controlados, al situarse en 3,4% en marzo de 2024, comparable al observado hace 15 años atrás, ubicándose por debajo del índice promedio de los países de la región que alcanza a 3,6%.
“El bajo nivel de este indicador es aún más destacable sí se considera que el criterio para el cómputo de la cartera en mora es mucho más estricto en Bolivia, debido a que se considera el saldo total de los créditos con retrasos mayores a 30 días, cuando en el ámbito internacional este parámetro es de 90 días”, aseguró el ente regulador en un reporte de prensa.
La dinámica del índice de mora del sistema financiero nacional presenta un comportamiento estacional, siendo relativamente mayor en el primer trimestre de cada gestión, pero que posteriormente tiende a bajar, llegando al final de año con los niveles más bajos de morosidad.
El moderado incremento de la cartera en mora observado en el mes de febrero se explica por diferentes factores como el impacto rezagado de la pandemia que afectó de forma importante la economía de muchas familias, las manifestaciones y conflictos sociales registrados en los últimos años, particularmente en el departamento de Santa Cruz, que es donde se concentra mayormente la cartera, por los efectos del contexto externo, como la guerra entre Rusia y Ucrania y el cierre de fronteras con el país vecino del Perú.
Estos aspectos afectaron a determinados sectores de prestatarios, sumados a estos, la especulación relacionada con el dólar estadounidense y la obstaculización para la aprobación de créditos por parte de la oposición y el “ala evista” en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).
No obstante, pese a todos estos factores, casi el 97% de los préstamos están siendo pagados puntualmente gracias a la estabilidad económica del país y a las políticas financieras implementadas.
Las previsiones que tienen las entidades financieras para soportar deterioros de su cartera, cubren más del 122% de la mora, a marzo de 2024, destacándose que la cobertura con previsiones específicas en los últimos 15 años se ha mantenido por encima del 100%.
“Con relación al crecimiento de la cartera de créditos, se debe destacar que no es evidente que este disminuyendo, al primer trimestre de 2024, como señalan algunos análisis periodísticos errados, puesto que están incluyendo a marzo de 2023 información del ex Banco Fassil S.A., que fue intervenido en abril de ese año. La comparativa correcta, que excluye a la citada entidad intervenida muestra que las entidades bancarias aumentaron su cartera entre marzo de 2023 y marzo de 2024 en 8,7%”, aclaró la ASFI.
Explicó que al primer trimestre de 2024, las entidades bancarias colocaron más de 150 mil nuevos créditos por un total de $us 2.652 millones, correspondiendo un 82% a las unidades económicas del sector privado (entre créditos empresariales, pyme y microcrédito), lo que muestra que las entidades financieras continúan otorgando créditos, principalmente al sector productivo.
Las cifras del sistema financiero nacional muestran claramente que quedaron atrás los días en los que el índice de mora se situaba en niveles elevados, como ocurrió por ejemplo en 2005 cuando este indicador tenía un valor de 10,1% y la cartera de créditos no crecía.
Si se revisa el crecimiento de la cartera de créditos entre 2005 y 2023, se encuentra que ésta aumentó en siete veces, mientras la cartera en mora solo creció en 1,3 veces, mostrando claramente que la expansión crediticia registrada en el país fue sana.
“Estos indicadores dejan en evidencia que la mora está en niveles controlados y que la dinámica de la cartera de créditos continúa siendo positiva, mostrando de esta manera que el sistema financiero está sólido y solvente, acompañando el crecimiento económico de nuestro país”, enfatizó la ASFI.