Este viernes se cumplen 19 días de bloqueos organizados por sectores evistas que exigen cambios en el Gobierno, afectando varias regiones de Bolivia. La persistencia de estas medidas de presión ha motivado la movilización de efectivos policiales y militares hacia las zonas de conflicto, principalmente en Cochabamba, donde las autoridades buscan restablecer la circulación en las vías afectadas.
El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, manifestó la postura del Gobierno a través de una publicación en redes sociales, donde reconoció el impacto negativo de los bloqueos en el suministro de bienes esenciales y en la economía nacional. Según Novillo, estas manifestaciones han provocado “desabastecimiento de medicamentos, alimentos y un daño a la economía nacional”, además de vulnerar derechos humanos fundamentales al afectar la salud y el bienestar del pueblo boliviano.
Ante esta situación, Novillo declaró que “la paciencia y tolerancia tienen límites”, subrayando que, debido a las graves consecuencias de los bloqueos, el Estado ha decidido implementar acciones interinstitucionales. Estas medidas, explicó, buscan garantizar el derecho a la libre circulación y detener los “graves daños a la economía”. En sus palabras, el ministro justificó la intervención como una “obligación constitucional y legal” del Gobierno para mantener el orden y evitar que las movilizaciones continúen afectando a la ciudadanía.
Desde las primeras horas de este viernes, las fuerzas policiales, apoyadas por efectivos militares, comenzaron a intervenir en varios puntos de bloqueo en las carreteras de Cochabamba, con especial enfoque en la conflictiva zona de Parotani. Tras despejar algunas vías, las autoridades han decidido mantener un contingente de seguridad en las áreas liberadas para evitar la reinstalación de bloqueos y asegurar el tránsito en las rutas habilitadas.
La decisión de intervenir en los bloqueos y la fuerte retórica de Novillo generan expectativas sobre la evolución de la situación en los próximos días, mientras persisten tensiones en varios puntos del país. Las implicaciones de esta intervención estatal son significativas, ya que revelan el firme posicionamiento del Gobierno frente a protestas prolongadas que afectan la economía y la vida diaria de los ciudadanos.