DW.- Decenas de miles de personas colmaron este domingo calles céntricas de Ciudad de México y otras ciudades del país para expresar su rechazo a la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador para reformar el Instituto Nacional Electoral (INE). Multitud de manifestantes se reunieron en el céntrico Paseo de la Reforma, para rechazar la iniciativa que, consideran, amenaza la autonomía e independencia del árbitro electoral.
“¡El INE no se toca!” fue la principal consigna de la llamada “Marcha por la Democracia”, a la cual “asistieron entre 10.000 y 12.000 personas”, según calculó el secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Mantí Batres. “¡A eso vine, a defender al INE!” fue el grito principal de los asistentes, que acudieron vistiendo prendas rosa, color que identifica al Instituto Nacional Electoral y que, según López Obrador, avaló fraudes en las elecciones presidenciales de 2006 y 2012, donde el entonces candidato fue derrotado.
Aunque la mayoría de manifestantes eran opositores a López Obrador, algunos traídos en autobuses desde localidades gobernadas por la oposición, también había simpatizantes que no están de acuerdo con la medida. “Esto no es en contra (…) del gobierno de hoy, es en contra de cualquier gobierno que ahorita o en el futuro quiera tomar control de unas elecciones”, explicó por ejemplo un comerciante de 50 años, que acudió con su familia y algunos amigos.
La reforma, que ha sido muy criticada por poner “en riesgo” la democracia electoral mexicana, plantea, entre otras medidas, que los miembros del Consejo directivo del INE sean elegidos mediante voto popular, así como un recorte al financiamiento que reciben los partidos políticos según las actuales reglas. La iniciativa también propone reducir el número de diputados federales de 500 a 300, mientras que el de senadores pasaría de los 128 actuales a solo 96.
Entre los asistentes a la marcha estuvo el empresario Claudio X. González, uno de los impulsores de esta movilización y a quien el presidente López Obrador considera como uno de sus principales opositores. “El actual Gobierno mexicano no quiere desaparecer el INE, pero sí cooptarlo, que el árbitro (electoral) y el Gobierno sea uno mismo y eso no lo podemos permitir porque nos costó mucho trabajo llegar a un lugar donde los votos cuentan”, dijo el empresario a medios al inicio de la marcha.
Agregó que “el actual mecanismo, no es perfecto, pero es mucho mejor a lo que sugiere el Gobierno”. “La manifestación es para mostrar una fuerza ciudadana en torno a un idea en este caso la defensa de la democracia y las libertades en México”, apuntó X. González, quien dijo que la participación ciudadana fue “nutrida”.
En el cierre de la movilización, en el Monumento a la Revolución, habló el expresidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE, 1996-2003), actual INE, José Woldenberg, quien manifestó que “México no puede ni debe trasladar el padrón electoral a otra institución”. Además, dijo que “México no merece una reforma constitucional en materia electoral impulsada por una sola voluntad (…) las reformas que fueron fruto de voluntades colectivas forjadas con los métodos probados y comprobados del diálogo y el acuerdo”.