AP.- Para algunos, es una exhibición sin importancia. Para otros, es la oportunidad de convertirse en un “inmortal”.
El partido por el tercer lugar del Mundial puede ser un concepto confuso.
“Estás muy decepcionado tras perder la semifinal y dos días después te toca volver a la cancha”, comentó el viernes el seleccionador marroquí Walid Regragui.
Marruecos, la primera selección africana en alcanzar las semifinales del torneo, se medirá el sábado contra Croacia en el estadio Jalifa Internacional.
“Es un premio de consolación”, dijo Regragui. “Lamento tener que expresarme así. Entiendo que deba ser imporante, entiendo que quedar tercero es mejor que cuarto, pero lo fundamental es que no pudimos avanzar a la final”.
La marcha de Marruecos a las semifinales en Qatar fue lo más sorprendente del torneo. También fueron la primera nación árabe que llega tan lejos en un Mundial, lo cual generó orgullo en todo el mundo árabe.
Después del vértigo de las últimas semanas, se entiende que Regragui se muestre tan desencantado de cara al partido contra Croacia. También es el reflejo de su ambición, que culmina un torneo inolvidable para el fútbol africano con la amargura de la derrota 2-0 ante la reinante campeona Francia.
“Sí, quedar tercero será algo excelente para nuestra imagen. Estaremos en el podio”, dijo el técnico. “Pero lo cierto es que, aún ganando mañana, no alcanzamos la final y nos quedamos sin poder ganar la Copa del Mundo”.
Croacia, en cambio, se toma con más entusiasmo el compromiso.