Swiss.- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, recibe este martes a su par francés, Emmanuel Macron, en la ciudad amazónica de Belém, en el arranque de una esperada visita de tres días para relanzar las relaciones bilaterales.
Se trata del primer viaje oficial de un presidente francés en once años al gigante sudamericano. Y aunque Lula estuvo en París en junio pasado, las autoridades brasileñas habían esperado que Macron fuera uno de los primeros jefes de Estado en visitar al izquierdista en 2023, cuando volvió al poder.
Macron llega a Brasil procedente de la Guayana francesa, donde este martes se desplazará hasta el centro espacial europeo de Kourou para presentar cuatro proyectos de pequeños cohetes, cuyo primer vuelo será financiado por Francia.
Se espera que el vuelo inaugural del lanzador Ariane 6 sea entre mediados de junio y finales de julio. El programa está llamado a devolver a Europa su autonomía para acceder al espacio.
El futuro del centro de Kourou debe ser “redefinido para que sea un verdadero puerto espacial de Europa”, afirman fuentes del palacio del Elíseo. En concreto, subrayan la gran competencia que suponen los cohetes de SpaceX de Elon Musk y el desarrollo de micro y minilanzadores.
Una nueva página
En Guayana, Macron también se mostró favorable a instalar una actividad de “minería legal” para “reducir” la ilegal y prometió reforzar la cooperación con Brasil en esa lucha.
En esta visita, el presidente francés asentará un nuevo comienzo con Lula, tras los años difíciles de la presidencia del ultraderechista Jair Bolsonaro.
En plena crisis por los incendios en Amazonía en 2019, Bolsonaro y sus ministros se mostraron irrespetuosos e incluso insultantes con Macron y su esposa, lo que envenenó una relación ya tensa.
Francia, séptima economía mundial, y Brasil, novena, se consideran actores clave en una escena internacional marcada por la rivalidad entre China y Estados Unidos.
París ve a Brasilia como un puente con los “grandes emergentes”, cuya voz los brasileños tratan de hacer oír cada vez más por medio de su actual presidencia del G20 de las economías avanzadas y el grupo BRICS+.
“Vivimos un momento franco-brasileño”, se felicita el Elíseo.
“Francia es un actor esencial e ineludible para la política exterior brasileña”, asegura la responsable para Europa de la diplomacia brasileña, Maria Luisa Escorel de Moraes.
Simbólicamente, Lula y Macron se encontrarán en la ciudad amazónica de Belém, en el norte de Brasil, que en 2025 acogerá la COP30 contra el cambio climático.
La deforestación en la Amazonía brasileña disminuyó hasta la mitad en 2023, un éxito para Lula que prometió acabar con este problema para 2030.
El mayor bosque tropical del mundo desempeña un papel clave en la lucha contra el cambio climático, al absorber emisiones de dióxido de carbono.
En Belém, Macron condecorará al cacique Raoni con la Legión de Honor, la más alta distinción francesa, como “figura internacional de la lucha por la preservación de la selva amazónica y la cultura de los pueblos originarios”, según la presidencia francesa.
Desacuerdos: Mercosur y Ucrania
En materia de defensa, Francia y Brasil cooperan en la fabricación de cuatro submarinos de propulsión clásica y el tercero de ellos, llamado “Tonelero”, será inaugurado el miércoles por ambos dirigentes en la base naval de Itaguaí, cerca de Rio de Janeiro.
El acuerdo, encargado a Naval Group, también prevé la construcción de un quinto submarino de propulsión nuclear para Brasil, pero hasta ahora sin transferencia de tecnología francesa respecto al reactor.
“Hay conversaciones sobre la posibilidad de que Francia coopere con nosotros incluso en el aspecto de la energía nuclear”, aseguró Escorel de Moraes.
Otros asuntos serán más complejos, empezando por el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, estancado por enésima vez debido a la oposición de Francia.
Ambas presidencias aseguraron que el objetivo de la visita no es entrar en materia sobre este acuerdo que lleva más de dos décadas sobre la mesa.
Macron también insistirá en que la guerra en Ucrania sea discutida este año en el seno del G20.
Pero Lula, que ha incomodado al defender una política de no aislamiento a Rusia, se ha mostrado hasta ahora evasivo.
Lula y Macron rubricarán esta visita con un encuentro el jueves en el palacio presidencial de Planalto en Brasilia.