A pesar de la invitación al diálogo extendida por el Gobierno, la Confederación Sindical de Choferes de Bolivia ha confirmado que llevará a cabo un paro de 24 horas con bloqueos este jueves 1 de agosto. La medida de protesta responde a la escasez de diésel y a las exigencias de transparencia por parte de las autoridades sobre la situación del abastecimiento de combustible en el país.
Lucio Gómez, ejecutivo nacional de la Confederación, anunció que el paro incluirá un “bloqueo total” que afectará el tránsito en las capitales de departamento, carreteras y fronteras. “Yo sé que el día de mañana va a ser el éxito nuestro paro correspondiente a la protesta por las mentiras que manejan los ministerios”, declaró el dirigente, mostrando su firmeza ante la medida de presión.
Aunque el Gobierno ha convocado a los choferes a una mesa de diálogo este miércoles, Gómez informó que los dirigentes asistirán a la reunión el jueves, en pleno desarrollo de las movilizaciones. Esta decisión subraya la determinación del sector de hacer escuchar sus demandas antes de entablar negociaciones con las autoridades.
El ejecutivo de los choferes también rechazó la propuesta gubernamental de enviar una delegación a Arica para verificar las dificultades climatológicas que, según el Gobierno, han impedido la descarga de diésel de los buques. Gómez insistió en que las explicaciones ofrecidas hasta ahora no han convencido al sector y que el Gobierno no está diciendo la verdad sobre la situación del combustible.
“Nosotros hemos escuchado muchas explicaciones, incluso se ha hablado de quitar la subvención, pero creemos que nos están mintiendo”, expresó el dirigente, quien además anunció que todos los sectores afiliados a la Confederación participarán en el diálogo del jueves.
Esta nueva medida de presión se suma al paro indefinido que desde este miércoles están llevando a cabo los integrantes del transporte pesado, quienes también exigen soluciones efectivas a la crisis de combustible y mayor transparencia por parte del Gobierno.