El oficial del dicasterio para la Doctrina de la Fe, monseñor Jordi Bartomeu Farnós, conocido como el “agente 007” del Vaticano y hombre cercano al papa Francisco, llega a Bolivia para investigar las denuncias de pederastia cometidos por sacerdotes contra niños y adolescentes, que conmocionaron en los últimos días al país.
Bartomeu llega procedente de Paraguay, donde investigó el caso de supuesto abuso sexual a una alumna de la Universidad Católica, Belén Whittingslow, por el docente Cristian Kriskovich.
Bertomeu nació en Tortosa, España, en 1968. Tras efectuar estudios de Derecho en la Universidad Central de Barcelona, en 1989 entró en el Seminario de Tortosa, donde consiguió el Bachillerato en Teología y en 1995, a sus 27 años, fue ordenado Presbítero.
En 2001 consiguió la Licenciatura en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana y en 2013 el Doctorado.
Desde 2002, es Vicario Judicial y Profesor de Derecho Canónico del Instituto Superior de Ciencias Religiosas.
En 2012 fue nombrado Oficial de la Sección Disciplinar de la Congregación para la Doctrina de la Fe, instancia que tiene la misión de ayudar al Papa y se encarga de los llamados “delitos contra la fe y la moral”, muchos de ellos relacionados a abusos sexuales a menores perpetrados por sacerdotes de la Iglesia Católica.
En 2021, Vanity Fair, en un artículo firmado por el periodista Vicens Lozano, quien logró entrevistarlo, presentó a Bertomeu como el “agente 007 del Vaticano contra los abusadores” y señaló también que otro de sus apodos es “el ‘flagelo’ de los pederastas”.
Según el periódico Digital Ultima Hora de Paraguay, Bertomeu Farnós, es a quien más confianza le tiene el papa Francisco para investigar los casos de abuso sexual dentro de la Iglesia.
El prelado es quien entrevista a fondo a las víctimas y a los abusadores del clero.
El oficial del dicasterio para la Doctrina de la Fe, casi nunca habla con los periodistas durante sus investigaciones.
Bertomeu estuvo al frente de muchos casos de abuso, como en Chile en 2018, en México y Estados Unidos, y ahora en Paraguay y Bolivia.
Además, el sacerdote ha recorrido varios países de Latinoamérica dando cursos a presbíteros sobre la forma de abordar los casos de pedofilia y abusos al interior del clero.
Tras la difusión de la investigación del diario El País de España, sobre el caso de pederastia del jesuita español Alfonso Pedrajas, ya fallecido, que abusó de al menos 85 menores en Bolivia, salieron a luz otros delitos cometidos por sacerdotes que fueron encubiertos por jerarcas de la Iglesia Católica y hoy son investigados por la justicia.
Entre ellos figura Alejandro Mestre Descals, el sacerdote de más alto rango acusado de pederastia en Bolivia; Luis María Roma Padrosa; y Antonio Gausset, de la Compañía de Jesús, ya fallecidos.
El sacerdote de la orden de Padres Carmelitas, Milton Murillo, está detenido de forma preventiva por tres meses en el penal de Morros Blancos, de Tarija, por delitos sexuales en contra de menores cuando era administrador de una casa de formación.
Garvin Grech, el expárroco de la Iglesia de San Roque, investigado por presuntos abusos sexuales en Tarija, salió del país con destino a Argentina.