Este viernes, el comandante nacional de la Policía, Álvaro Álvarez, informó que hasta el momento no existe una orden de aprehensión contra Evo Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS). A pesar de que Morales es investigado en un caso de trata y tráfico de personas, relacionado con una denuncia de la Fiscalía, Álvarez subrayó que aún no se ha emitido ninguna orden para su captura.
La declaración del jefe policial se produjo en el contexto de la aprehensión del padre de la adolescente señalada como víctima en el caso, un hecho que ha generado expectativas sobre posibles acciones legales en contra de Morales. Ante la pregunta sobre qué ocurriría si llegara una orden de aprehensión contra el expresidente, Álvarez fue claro: “Primero tenemos que tener la orden emanada de la autoridad competente, y a partir de ello, vamos a generar las operaciones que tengamos que hacer”. Asimismo, indicó que la Policía está preparada para cumplir cualquier orden del Ministerio Público.
Álvarez también se refirió a la capacidad de la Policía para actuar en el Chapare, una región clave para el MAS y donde Morales mantiene gran influencia. La Federación de cocaleros de esta zona ha amenazado con un bloqueo nacional si Morales es aprehendido, lo que añade tensión al desarrollo del caso. A pesar de ello, el comandante aseguró que “la Policía Boliviana tiene competencia a nivel nacional”, dejando claro que no hay zonas en el país donde las fuerzas del orden no puedan operar.
El comandante también expresó que la situación ha sido “mediatizada” con especulaciones de distintas partes, y recordó que “todos estamos sometidos a la ley”, en referencia a que nadie está exento del cumplimiento de las normativas, incluidas las figuras públicas.
Este caso sigue de cerca por la opinión pública, no solo por las implicaciones judiciales contra Morales, sino por el impacto político que podría tener en Bolivia. La tensión en el Chapare y las amenazas de bloqueos nacionales podrían escalar si el proceso judicial avanza en contra del exmandatario.