La NASA suspendió el primer vuelo de su cohete Space Launch System (SLS) este lunes. Una serie de problemas con el cohete y los procesos de abastecimiento de combustible impidieron el despegue.
La NASA planeaba lanzar el cohete SLS y la nave espacial Orion, sin astronautas a bordo, en una trayectoria hacia la luna como parte de su programa Artemis. Ahora tendrá que posponerlo y reevaluar los problemas con el vehículo, que ha sufrido retrasos y contratiempos durante años.
El hecho representa un revés para la NASA, que esperaba que el lanzamiento saliera bien. La agencia tiene como posibles fechas de lanzamiento el 2 y el 5 de septiembre, pero no se sabe con precisión cuándo se intentará de nuevo el lanzamiento.
En los días previos al vuelo, funcionarios de la NASA habían reiterado que el vuelo era una prueba para ver cómo funcionaba el cohete en condiciones reales. También advirtieron que probablemente habría fallas, las cuales se presentaron.
¿Para qué es la misión?
El objetivo primario de la misión es probar el escudo de calor de la capsula. Con sus cinco metros de diámetro, es el mayor jamás construido. Al entrar en la atmósfera, deberá soportar una velocidad de 40.000 km/h y temperaturas de 2.760 grados Celsius. Gracias a una serie de paracaídas deberá caer suavemente en el Pacífico frente a la costa de San Diego. Submarinistas amarrarán cables y remolcarán la cápsula a un buque de la armada estadounidense.
La cápsula llevará un maniquí llamado “Campos” en recuerdo al ingeniero que salvó de un desastre la misión Apolo 13 en 1968. Campos contará con sensores para registrar aceleraciones y vibraciones y estará acompañado por otros dos maniquíes, Helga y Zojar, que están hechos de materiales diseñados para imitar huesos y órganos.
Uno vestirá un chaleco de radiación para testear el impacto de la radiactividad en es el espacio profundo. Numerosas cámaras harán posible observar el viaje desde varios ángulos; el incluyendo el de un pasajero de la cápsula.
Cámaras montadas en los paneles solares tomaran selfis de la nave con la Tierra y la Luna de fondo. La vida imitará al arte con una muestra tecnológica denominada Calisto inspirada en la computadora parlante de Starship Enterprise. Es una versión mejorada del asistente de voz Alexa que será llamada para ajustar la luz de la cápsula o leer datos del vuelo.
La idea es facilitarles la vida a los futuros astronautas. Además, una decena de CubeSats, satélites del tamaño de una caja de zapatos, serán desplegados en lo alto del cohete para tareas como estudiar un asteroide, examinar el efecto de la radiación en organismos vivos o buscar agua en la Luna.