EFE.- La Corte Penal Internacional (CPI) pidió este jueves el arresto y entrega del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant por crímenes de guerra y lesa humanidad en Palestina, incluido el uso del hambre como arma de guerra en Gaza, a pesar de los intentos de Israel de retar su jurisdicción y frenar el caso.
La CPI también dictó una orden de arresto contra un dirigente militar del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Mohammed Deif, aunque Israel ya lo declaró muerto en un ataque en junio contra la Franja, pero esto no fue confirmado por Hamás, ni lo logró demostrar el fiscal Karim Khan, quien sí retiró la petición de arresto de los entonces líder del grupo islamista Yahya Sinwar; y su buró político, Ismail Haniyeh, asesinados en Gaza y Teherán, respectivamente.
La CPI rechazó por unanimidad los intentos de Israel de frenar el caso en su totalidad, puesto que negaba la jurisdicción de la CPI sobre la situación en el Estado de Palestina en general, y los ciudadanos israelíes en particular.
Las órdenes de arresto son clasificadas como “secretas” para proteger a los testigos y las investigaciones, pero los jueces han decidido divulgar “información limitada” al considerar que “conductas similares a las abordadas en la orden de arresto parecen estar ocurriendo” todavía, y es de “interés de las víctimas y sus familias tener conocimiento de la existencia” de las órdenes, que se suman a las de otros líderes, como el presidente ruso, Vladimir Putin, y el expresidente de Sudán Omar al Bashir.
Netanyahu tildó la acusación de “absurda y falsa” y de decisión “antisemita”, y “aseguró que “no hay nada más justo que la guerra que Israel libra en Gaza”.
El presidente de EEUU, Joe Biden, tachó de “escandalosa” la orden de arresto. “La emisión de órdenes de arresto por parte de la CPI contra líderes israelíes es escandalosa. Permítanme ser claro una vez más: independientemente de lo que pueda implicar la CPI, no hay equivalencia –ninguna– entre Israel y Hamás. Siempre estaremos junto a Israel contra las amenazas a su seguridad”, dijo en un comunicado.
Francia, en cambio, respaldó la decisión, aunque eludió decir si arrestaría al Primer ministro israelí. Mientras, Hamás celebró: “La justicia internacional está con nosotros contra la entidad sionista”.
En América, Argentina manifestó su “profundo desacuerdo” con la decisión, en tanto que el colombiano Gustavo Petro consideró como “lógica” la orden de arresto y afirmó que “se debe acatar su fallo”.