La Central Obrera Boliviana (COB) exigió este viernes al Gobierno nacional “actuar de manera inmediata (…) poner mano dura y declarar Estado de Excepción” en Santa Cruz después de las acciones violentas que derivaron en el incendio de la sede de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos y la toma de las instalaciones de la Central Obrera Departamental (COD), donde un grupo de vándalos saquearon y destrozaron esos ambientes.
“Esto no es un paro cívico, esto es sedición, esto es terrorismo para nosotros”, aseveró el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Guarachi, quien acusó a Luis Fernando Camacho, Rómulo Calvo y Vicente Cuéllar de estar detrás de los hechos de violencia suscitados en la capital cruceña. A su juicio “se está gestando un nuevo golpe de estado”, por lo que se declaran en estado de emergencia.
Los sindicalistas emitieron un pronunciamiento en el que piden al Gobierno la conformación de una comisión nacional de fiscales que investigue los hechos de violencia y de lo que definen como “toma de instituciones en Santa Cruz”.
Calificaron, en su pronunciamiento, como “movimiento separatista” y “movimiento fascista” lo que ocurre en el departamento cruceño. Para el dirigente cobista, el Comité Cívico, la Gobernación y el Comité Interinstitucional “armaron y financiaron grupos irregulares paramilitares”; por esto exigen que, sobre sus representantes máximos, “debe caer todo el peso de la ley”, además de la Unión Juvenil Cruceñista.
Advirtiendo también con “juicio y cárcel” a los mandos policiales “que se presten a un nuevo motín”. Llamaron a sus afiliados a “defender la unidad y la democracia”.