Desde las cero horas de este jueves, inició el silencio electoral de cara a las elecciones judiciales del 15 de diciembre. Según la Ley 026 del Régimen Electoral, desde este momento queda prohibida la difusión de información vinculada a los candidatos, así como cualquier tipo de campaña en su favor o en contra.
Sin embargo, mientras los medios tradicionales acatan la normativa, las redes sociales han emergido como un espacio donde persisten las campañas. Mensajes, videos y fotografías circulan en plataformas como WhatsApp, Facebook y TikTok, muchas veces promoviendo abiertamente a ciertos postulantes bajo el lema de ser “la mejor opción”.
Sanciones para infractores
El vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Tahuichi Tahuichi, recordó que cualquier persona sorprendida realizando actividades de campaña será sancionada, incluyendo aquellas que actúan como “terceros”. Estas sanciones son aplicables tanto a ciudadanos particulares como a funcionarios públicos, quienes además podrían enfrentar consecuencias adicionales en la Contraloría General del Estado.
“Una vez identificados con nombre y apellido, los infractores serán remitidos al juez electoral, quien dispondrá las sanciones correspondientes”, subrayó Tahuichi.
Estrategias creativas y elusión del silencio
A pesar de la normativa, en días previos al silencio electoral se observaron estrategias que buscaban posicionar a ciertos candidatos de forma indirecta. Entre ellas, la entrega de objetos promocionales como calendarios y bolígrafos con los rostros de los postulantes, así como la manipulación de materiales oficiales del TSE para incluir imágenes de los aspirantes.
En las calles, afiches de algunos candidatos aún son visibles, reflejando una resistencia a las restricciones del proceso electoral.
Un reto para el TSE
El desafío de controlar las campañas en redes sociales evidencia los límites de la normativa electoral frente a la dinámica digital actual. Este fenómeno plantea interrogantes sobre cómo garantizar la equidad en un contexto donde las redes se convierten en el principal escenario de influencia política.
Con la elección de autoridades del Órgano Judicial y el Tribunal Constitucional Plurinacional en juego, la recta final del proceso electoral promete ser un reto tanto para las autoridades como para los ciudadanos.