DW.- El Ejército de Israel mató en las últimas horas del lunes a “decenas” de supuestos milicianos en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, mientras numerosos civiles siguen perdiendo la vida en los ataques por aire, tierra y mar que realizan las fuerzas israelíes a lo largo de todo el enclave.
En las primeras horas del martes, testigos relataron que los bombardeos y los combates durante la noche golpearon el este de Ciudad de Gaza y Jan Yunis, en el sur del territorio.
“Los misiles caen sobre nosotros. ¿Cuánto más puede aguantar un ser humano?”, planteó Aiman Abu Shamali que perdió a su mujer y su hija en un bombardeo en Zawaida, en el centro de Gaza, a la agencia AFP.
“La gente en el norte muere de hambre y nosotros aquí morimos por los bombardeos”, afirmó.
Tres agencias de la ONU alertaron este martes sobre la situación humanitaria en este territorio palestino bajo asedio, que está gobernado desde 2007 por el movimiento islamista Hamás.
Además, advirtieron que la escasez de comida y las enfermedades pueden causar una “explosión” en las muertes de niños.
Más de cuatro meses después del inicio del conflicto hay casi un millón y medio de palestinos refugiados en Rafah, una ciudad del sur en la frontera con Egipto.
Israel anunció que prepara un asalto terrestre a gran escala contra esta localidad y este plan inquieta a la comunidad internacional que intenta lograr una tregua.
ONU prevé votación sobre alto el fuego humanitario
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto votar este martes una resolución, impulsada por Argelia, que Estados Unidos, el principal aliado de Israel, amenazó con vetar.
El texto consultado por la AFP exige “un alto el fuego humanitario inmediato que debe ser respetado por todas las partes” y se opone “al desplazamiento forzado de la población civil palestina”, en referencia a la evacuación de civiles reclamada por Israel antes de su ofensiva contra Rafah.
Los estadounidenses consideran que esta resolución pone en peligro las negociaciones para obtener una nueva tregua que también incluya la liberación de los rehenes capturados por Hamás en su ataque terrorista contra Israel del 7 de octubre.
Este ataque dejó 1.160 muertos, en su mayoría civiles, según un balance basado en cifras israelíes. El movimiento islamista capturó además a 250 personas, de las cuales 130 siguen secuestradas en Gaza, incluyendo a 30 que habrían muerto en cautiverio.
Por su parte, la ofensiva militar israelí en Gaza para “aniquilar” a Hamás provocó al menos 29.092 muertos, en su mayoría mujeres, adolescentes y niños, según el Ministerio de Salud del territorio, controlado por el movimiento islamista radical.
Estados Unidos presentó al Consejo de Seguridad un texto alternativo a la propuesta de Argelia, en la cual enfatiza el “apoyo a un alto el fuego temporal en Gaza”, según un borrador al que tuvo acceso la AFP.
También advierte que una ofensiva terrestre en Rafah “causará más daño a los civiles” y más desplazamientos.