ET.- Asombrados quedaron unos médicos en la India mientras llevaban a cabo un parto, luego de que el pequeño que acababa de llegar a este mundo tenía una mancha de pelo en toda su espalda, la cual cubría más del 60 % de esa parte del cuerpo.
Por lo tanto, los galenos decidieron remitir al pequeño al especialista Ikram Hussain, quien realizó el diagnóstico, estableciendo que se trata de una extraña condición llamada nevus melanocítico congénito gigante.
De acuerdo con el portal Medline Plues, “un nevo melanocítico o pigmentado congénito es un parche de piel de color oscuro y a menudo velludo. Se presenta al nacer o aparece en el primer año de vida”.
Y agregan sobre esa anomalía: “Un nevo congénito gigante es más pequeño en bebés y niños, pero, por lo regular, continúa creciendo conforme el niño crece (…) mide más de 15 pulgadas (40 centímetros) una vez que deja de crecer”.
En cuanto al parto, se indicó que no presentó complicaciones y que el menor no nació con alguna otra anomalía. Por el contrario, se encuentra en buen estado de salud.
Y es que en el mundo de la medicina todavía existen muchos misterios sin resolver y los investigadores cada vez encuentran más y más elementos en el cuerpo humano que lo hacen cada vez más complejo. En ese sentido, los médicos pueden hablar de cientos de episodios extraños que suceden a diario y que sorprenden no solo a los presentes en las salas de atención, sino al mundo entero.
En otro caso, asombrados quedaron los familiares y médicos de una pequeña que nació a finales de año pasado con una especie de cola que medía 5,7 centímetros y entre tres y cinco milímetros de diámetro, en el estado de Nueva León, México.
De acuerdo con un artículo publicado en Journal of Pediatric Surgery Case Reports, los padres de la bebé no tenían ninguna anomalía en su salud y, de hecho, ya tenían un hijo que no tuvo problemas con su nacimiento o desarrollo normal.
Últimos minutos antes de dar a luz parto bebe
En plena tormenta mujer da a luz con ayuda de dos parteras por videollamada
Aseguran que la extremidad no pudo ser descubierta hasta que la niña estuvo fuera del vientre y que su madre tuvo un embarazo sin complicaciones.
Sobre la bebé, los médicos indicaron que esta se podía mover en el vientre sin que registrara dolor y que la pequeña solo lloró al ser inyectada en la extremidad que sobresalía al final del coxis y que no tenía ningún movimiento.
Los médicos esperaron a que la bebé tuviera dos meses y se percataron de que la cola, que tenía carne con tejido blando, arterias, venas y nerviosas, había crecido.
Por lo tanto, determinaron que la extremidad debía ser extirpada a través de una cirugía que no tuvo complicaciones. Luego, la bebé fue dada de alta y enviada a casa con sus padres para continuar con el tratamiento de manera ambulatoria.
También se indicó que durante el embarazo, los médicos no hallaron ningún registro de exposición a la radiación o teratógenos, dos agentes capaces de generar defectos congénitos.
Al valorar a la pequeña, y luego de varios exámenes médicos, los galenos comprobaron que esta no presenta alguna anormalidad cerebral, y que su médula espinal se encuentra bien.
Vale destacar que no es el primer caso similar que se registra en Latinoamérica, pues en Brasil, el año pasado, un niño que nació prematuramente también registró una deformación parecida a la anterior.
En ese caso en Brasil, la deformación era de 12 centímetros de largo y al final registraba una bola de grasas de al menor cuatro centímetros de ancho.