El presidente Luis Arce encabezó, en Totora, Cochabamba, el inicio del llenado del embalse de la presa Sehuencas, un paso crucial para la operación del Proyecto Hidroeléctrico Ivirizu, que generará 290,22 megavatios (MW) de energía. Esta iniciativa garantizará el suministro eléctrico en Bolivia, al tiempo que reducirá la dependencia del gas natural y diésel para la producción de electricidad.
El acto, realizado en la comunidad de Pocona, en cercanías de la presa, marcó el comienzo de la fase operativa de la central hidroeléctrica. En su discurso, Arce destacó la importancia de este momento para el país, ya que el llenado del embalse permitirá la generación de energía eléctrica a través de las turbinas, lo que contribuirá a abastecer al Sistema Interconectado Nacional (SIN) con una cantidad significativa de electricidad.
La construcción del proyecto hidroeléctrico avanza con un 90,7% de progreso físico y un 82% en lo financiero hasta noviembre de este año. Se estima que la central, ubicada en los límites del Parque Nacional Carrasco, entre las cuencas de los ríos Ivirizu y Cristal Mayu, entre los municipios de Tiraque, Totora, Pocona y Vacas, estará terminada en breve. Este proyecto, que ha demandado una inversión de más de 4.192 millones de bolivianos, sumará 290,22 MW a la oferta energética del país.
Este aporte resulta crucial dado que, según el Comité Nacional de Despacho de Carga (CNDC), la demanda nacional de energía eléctrica en la jornada del evento fue de 1.550,8 MW. La hidroeléctrica Ivirizu contribuirá significativamente a satisfacer esta necesidad, al mismo tiempo que permitirá un ahorro importante en el consumo de combustibles fósiles.
El ministro de Hidrocarburos y Energías, Alejandro Gallardo, resaltó el valor estratégico de este proyecto, al considerar que con la presa Sehuencas, la más grande de Bolivia, el país avanza en la consolidación de su transición energética hacia fuentes renovables. “Cochabamba no solo es el corazón de Bolivia, sino que se convertirá en un corazón energético”, afirmó.
Con la entrada en operación de la hidroeléctrica Ivirizu, Bolivia reducirá su consumo de diésel y gas natural, recursos que podrán ser exportados, generando ingresos adicionales al Tesoro Nacional. Además, la planta fortalecerá el proceso de industrialización del país, al asegurar el suministro eléctrico necesario para el desarrollo de nuevas fábricas, una de las prioridades del gobierno para impulsar el crecimiento económico.
Este proyecto no solo representa un avance en la infraestructura energética, sino también un paso firme hacia la sostenibilidad y la diversificación de la matriz energética de Bolivia.