DW.- El gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se proponen alcanzar un cese al fuego que “incluya a la sociedad”, coincidieron las partes al instalar este martes la tercera ronda de negociaciones en La Habana, Cuba.
“Tenemos al inmensa responsabilidad de encontrar juntos la salida a esta guerra envilecida”, dijo en la inauguración de este tercer ciclo la senadora María José Pizarro, en representación del gobierno colombiano.
“La mejor forma de contribuir con soluciones al conflicto armado es que terminemos este ciclo con el acuerdo para la participación de la sociedad, para la construcción de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el acuerdo de cese al fuego que debe tener como eje fundamental que la gente no sufra”, señaló la legisladora.
Las delegaciones llegan a La Habana después de que el proceso, impulsado por el izquierdista presidente Gustavo Petro, inició en noviembre en Venezuela y continuó en marzo en México.
Ataque mortífero
En México habían pactado el cese al fuego con acciones humanitarias para bajar la intensidad del conflicto y facilitar la participación de la población. Sin embargo, las negociaciones estuvieron a punto de romperse por el mortífero ataque perpetrado a finales de marzo por el ELN cerca de la frontera con Venezuela, que dejó diez militares muertos.
“Le apostamos a lograr lo que nos propusimos en el ciclo de México, de llegar al Cese el fuego y a la participación de la sociedad”, manifestó de su lado Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN durante la instalación de la mesa.
“Los sectores marginados y explotados de siempre no pueden ser simples espectadores de este proceso”, señaló, al insistir en que “un proceso de diálogo serio necesariamente es con la participación de la sociedad, sobre todo de los que jamás han tenido ni voz ni posibilidades de decisión sobre los destinos del país”.
La guerrilla, que el próximo año cumplirá 60 años de levantamiento armado, se negó a hacer parte de una tregua bilateral que Petro le propuso en Año Nuevo. Desangrado por medio siglo de conflicto armado, Colombia ha intentado numerosas negociaciones de paz con los grupos armados, muchas de ellas fallidas.
En 2016 un histórico pacto desarmó a la poderosa guerrilla de las FARC y la transformó en partido político. Petro, primer presidente izquierdista en la historia de Colombia, busca una salida dialogada a la violencia que involucra rebeldes, narcos y pandilleros.