La exportación de gas natural desde Bolivia ha registrado una caída significativa del 18,1% en términos de valor durante el primer semestre de 2024, según un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los ingresos generados por este sector crucial para la economía boliviana sumaron 877,4 millones de dólares estadounidenses ($us), una cifra considerablemente inferior a los $us 1.071,6 millones alcanzados en el mismo período del año anterior.
El descenso en los ingresos por exportación se ha manifestado mes a mes. En marzo de 2024, los ingresos por exportación de gas fueron de $us 161,5 millones; en abril descendieron a $us 148,9 millones; en mayo continuaron su descenso a $us 144,1 millones; y en junio se ubicaron en $us 137,5 millones. Este patrón de reducción consecutiva refleja una tendencia preocupante para el sector y la economía nacional.
El informe del INE destaca que la caída en el valor de las exportaciones se produce en un contexto complejo para el sector hidrocarburífero. A pesar de este retroceso, el gobierno boliviano ha puesto en marcha el ‘Plan de Reactivación del Upstream (PRU) 2021-2025’, diseñado para revitalizar la industria del gas. Una de las principales iniciativas del plan es la inversión de $us 400 millones en el mecampo Mayaya Centro-X1, cuyo desarrollo es clave para incrementar la producción y la oferta de gas en el país.
Además, el reciente acuerdo con Brasil, que busca fomentar la inversión en exploración y producción, también forma parte de los esfuerzos por revertir la tendencia negativa en el sector. Estos movimientos son parte de un enfoque estratégico para fortalecer el sector gasífero y asegurar su estabilidad a largo plazo.
En un contexto de dificultades económicas, el Ministerio de Hidrocarburos ha informado que el gobierno nacional gasta alrededor de $us 2.000 millones para subvencionar la gasolina y el diésel. De esta cantidad, aproximadamente $us 600 millones se pierden debido al contrabando de combustibles, exacerbando aún más las tensiones económicas y financieras en el país.
Las reservas de gas boliviano, certificadas a diciembre de 2018 en 8,95 trillones de pies cúbicos (TCF), siguen siendo una fuente de potencial significativo para el país. Sin embargo, la actualización de estas reservas, prometida por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en los últimos meses, aún no se ha concretado, dejando en incertidumbre la magnitud real de los recursos disponibles.