El incendio forestal que se registra en el trayecto entre Las Petas y San Matías, en el departamento de Santa Cruz, sigue extendiéndose de manera alarmante, poniendo en peligro no solo la biodiversidad de la región, sino también la conectividad de diversas comunidades locales.
Luis Miguel Carracedo, subgobernador de la región, expresó su profunda preocupación ante el avance del fuego. “Ayer (domingo) estuvimos aquí, en este mismo punto, permanecimos hasta las 03:00, 04:00, el fuego logró aplacarse, pero ahorita que venimos a hacer de nuevo un rastrillaje, una inspección, nos encontramos con lo mismo”, declaró a medios locales. Su relato refleja la dura realidad que enfrentan tanto autoridades como bomberos, quienes luchan contra un incendio que parece resistirse a ser controlado.
La situación se ha vuelto crítica, ya que las llamas se acercan peligrosamente al puente Roxana, una estructura de madera de 120 metros de longitud que representa el único acceso hacia San Matías y su conexión con otras comunidades y provincias vecinas. “Es el último y el único acceso para que podamos nosotros conectarnos con el resto de nuestras comunidades y con el resto de las otras provincias vecinas”, advirtió Carracedo a Unitel.
Conscientes del peligro inminente, bomberos forestales han establecido una línea defensiva para intentar impedir que el fuego alcance el puente. Sin embargo, la magnitud del incendio, que ha estado activo por más de 60 días, dificulta su control. El fuego ha consumido ya la cuarta parte del municipio fronterizo, afectando tanto al territorio boliviano como al brasileño.
La devastación es evidente: la flora y fauna de la región han sufrido daños irreparables, y la angustia entre los comunarios y voluntarios crece a medida que el incendio continúa su avance implacable. La situación exige una respuesta coordinada y urgente para evitar que la catástrofe se extienda aún más, amenazando no solo el medio ambiente, sino también la vida y la supervivencia de las comunidades locales.