En el marco de la celebración de los 214 años de su gesta libertaria, Santa Cruz se consolida como un motor económico fundamental para Bolivia. Este departamento, que ha logrado un desarrollo productivo sostenido, una alta inversión privada y un crecimiento económico robusto, es responsable de un impresionante 31,5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, posicionándose como la economía líder del país.
Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), destacó en una reciente entrevista con La Revista de la red UNITEL la magnitud del aporte de Santa Cruz a la economía boliviana. “En 2023, a pesar de las dificultades, Santa Cruz alcanzó un récord en su PIB, registrando 14.314 millones de dólares. Esto marca un nuevo hito en el desarrollo económico del departamento, reafirmando su liderazgo a nivel nacional”, explicó Rodríguez.
El aporte cruceño al PIB nacional, que ahora se sitúa en el 31,5%, supera al de La Paz, que contribuye con un 27%. Este liderazgo se refleja también en el sector agropecuario, donde Santa Cruz es responsable del 47% de la producción nacional. Además, el departamento genera el 77% de los alimentos producidos en Bolivia, y un 31% de las exportaciones totales del país provienen de esta región.
El impacto de Santa Cruz en el comercio exterior es igualmente significativo: el 81% de las exportaciones no tradicionales y el 88% de los alimentos exportados tienen su origen en este departamento. Estas cifras subrayan el rol crucial que desempeña Santa Cruz en la economía nacional, basado en un mercado dinámico y en una fuerte iniciativa privada, tanto a nivel interno como externo.
Rodríguez resaltó que, a pesar de las crisis, Santa Cruz sigue adelante gracias a su espíritu emprendedor. “Esta es una economía resiliente que, pese a las dificultades, se rehace. Santa Cruz no se rinde ante la crisis, es el espíritu cruceño el que impulsa a la población y a los empresarios a seguir luchando”, afirmó.
El crecimiento económico de Santa Cruz también se refleja en sectores clave como la ganadería, con un aumento en la producción de ganado bovino, porcino y aviar, así como en la producción de leche y cuero. Rodríguez identificó cinco factores esenciales que impulsan la economía cruceña: tierra, trabajo, capital, tecnología e institucionalidad. A estos, sumó cinco valores que caracterizan la región: libertad, individualidad, competitividad, cooperativismo e integración.
A pesar de su fortaleza económica, Santa Cruz enfrenta desafíos que podrían limitar su crecimiento. Rodríguez hizo un llamado a garantizar la seguridad jurídica, instando a que cesen los avasallamientos de tierras y los bloqueos de caminos. Además, subrayó la necesidad de combatir el contrabando y abrir mercados para las exportaciones, enfatizando que es crucial que el Gobierno escuche y atienda las necesidades de esta región clave para que “si le va bien a Santa Cruz, le irá bien a Bolivia”.
Santa Cruz, con su capacidad de adaptación y su visión de futuro, sigue siendo un pilar fundamental en el desarrollo económico de Bolivia, y su éxito es vital para el progreso del país en su conjunto.