El presidente del privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Alan Camhi, ha planteado este lunes un conjunto de 12 medidas destinadas a enfrentar la compleja situación que atraviesa Bolivia. Estas recomendaciones buscan mitigar el impacto en la ciudadanía y el sector empresarial, promoviendo un retorno a la normalidad económica a través de políticas realistas y eficaces.
Camhi resalta la necesidad de reducir el déficit fiscal mediante ajustes en el gasto público y la implementación de un régimen de disciplina fiscal. Propone sincerar el tipo de cambio, ya que considera que el boliviano ha sufrido una devaluación en la práctica. La eficiencia en la inversión pública y la evaluación de la rentabilidad de las empresas estatales son otras de sus recomendaciones clave.
En cuanto a la balanza de pagos, el presidente del IBCE sugiere disminuir el déficit en cuenta corriente a través de un impulso a las exportaciones, la sustitución competitiva de importaciones y la atracción de capitales. La transición energética, con una nueva ley de hidrocarburos e incentivos para la producción privada de biodiésel, se presenta como otro pilar fundamental.
Además, Camhi aboga por liberar la importación de combustibles, eliminando tributos para fomentar su libre venta, y disminuir la presión tributaria para incentivar la formalización de empresas y ampliar la base de contribuyentes. Limitar el endeudamiento público interno y recurrir a organismos internacionales para el financiamiento son otras acciones consideradas cruciales.
El rol del sector privado en la recuperación
Para el líder del IBCE, el sector privado es vital en el proceso de normalización económica. “En algún momento se dijo a los empresarios que no se metan en política; hoy, debemos reconocer que los empresarios nunca fueron el problema, sino parte de la solución”, afirmó Camhi. Desde el empresariado se insta a los políticos a cuidar la economía y se subraya la necesidad de un acuerdo público-privado para estabilizar el país.
Cuatro políticas clave son resaltadas para la recuperación: promoción selectiva de exportaciones, profundización de la sustitución competitiva de importaciones, combate al contrabando en colaboración público-privada, y fomento al consumo de productos bolivianos.
La urgencia de medidas valientes e inteligentes
En su comunicado de prensa, Camhi recordó que en 2023 ya se advertía sobre la necesidad de decisiones valientes ante el difícil año que se avecinaba. Hoy, la realidad económica del país refleja estas preocupaciones: un crecimiento económico cada vez menor, inflación en ascenso, déficit fiscal prolongado y una deuda pública creciente. Además, la escasez de dólares ha complicado las importaciones, elevando los precios de los productos extranjeros y afectando la producción, el comercio y los servicios.
El sector del comercio exterior, en particular, se encuentra gravemente afectado, con un déficit comercial que supera los 400 millones de dólares y una caída en las exportaciones e importaciones que perjudica la estabilidad macroeconómica del país. Esta situación coloca a Bolivia en una posición difícil a nivel internacional, afectando su imagen y la calificación de riesgo país.
Perspectivas para el Bicentenario
A medida que se acerca el Bicentenario de Bolivia en 2025, Camhi advierte que, sin una acción decidida, será imposible celebrar este hito de manera adecuada. Urge implementar políticas de corto plazo para normalizar el mercado de dólares y combustibles, así como abordar la crisis de la balanza de pagos.
Camhi concluyó enfatizando la importancia de brindar las mejores condiciones al empresariado nacional para invertir, producir, exportar y generar empleo e ingresos. “Solo así se podrá garantizar un bienestar sostenible para la población y contribuir al desarrollo del país en su camino hacia el Bicentenario”, afirmó el presidente del IBCE.