El secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, lanzó una advertencia contundente este martes sobre lo que describe como un contexto de desestabilización política similar al vivido en 2019. En un discurso en el aniversario de la Federación de Mineros, Huarachi ratificó su apoyo al presidente Luis Arce, asegurando que cuenta con el respaldo incondicional de los trabajadores mineros.
Durante su intervención, Huarachi criticó duramente las decisiones recientes de la Asamblea Legislativa y denunció que los anuncios de bloqueos y la especulación de precios forman parte de una estrategia para desestabilizar al Gobierno. “Así ha empezado a pasar en 2019. Revisen, ahí están las grabaciones en redes sociales. Así han sido esos actos, desconociendo inclusive nuestras banderas del Estado Plurinacional de Bolivia, quemando y desconociendo nuestra whipala. Eso es lo que nos preocupa y nos llama la atención. Y los trabajadores no podemos estar callados porque somos los que hemos resistido, no solamente en 2019 sino años, décadas”, afirmó el dirigente sindical.
El líder de la COB recordó su papel durante los conflictos de 2019, cuando en su calidad de ejecutivo de la organización, pidió públicamente la renuncia del entonces presidente Evo Morales, aunque posteriormente explicó que no lo había hecho por escrito. Esta vez, Huarachi insistió en la necesidad de respaldar con firmeza la gestión de Luis Arce, advirtiendo que se avecinan tiempos difíciles.
“Compañero presidente, a nombre de los trabajadores, usted no está solo. Los qoyanchos (trabajadores de interior mina) estamos contigo, compañero Lucho. Todos los qoyanchos estamos con Lucho y David hoy más que nunca”, resaltó Huarachi, en una muestra clara de lealtad al actual mandatario.
El secretario ejecutivo de la COB también se defendió de las acusaciones de que la organización se ha “vendido”, subrayando que siempre ha estado en la primera línea de defensa de la democracia. “La COB no es vendida. Hemos defendido y recuperado la democracia”, concluyó Huarachi.
El panorama político en Bolivia sigue siendo tenso, y las declaraciones de Huarachi reflejan la creciente preocupación entre los líderes sindicales por los posibles intentos de desestabilización. La COB, que tiene un historial de influencia significativa en la política nacional, parece dispuesta a movilizarse nuevamente para apoyar al gobierno de Arce en los desafíos venideros.