DW.- Los aficionados argentinos protagonizaron el viernes un segundo día de manifestaciones frente a un hotel de Doha exigiendo que la federación nacional de su país les ayude a conseguir entradas para la final de la Copa del Mundo. En medio de un creciente entusiasmo ante el partido del domingo contra Francia, defensora del título, los hinchas dijeron que las entradas oficiales más baratas se están vendiendo en mercados clandestinos por más de 4.000 dólares.
Decenas de aficionados se concentraron ante el hotel de Doha donde tiene su sede la Asociación Argentina de Fútbol (AFA). El jueves por la noche se produjeron airados intercambios con funcionarios en el exterior del hotel. Algunos hinchas portaban pancartas en las que se leía “AFA danos entradas”. Finalmente, la federación accedió a reunirse con una delegación de tres aficionados.
Cada país clasificado para cuartos de final recibió una asignación extra de entradas para los partidos a los que accediera. Pero ante la llegada de más aficionados de Argentina y Francia para el partido, no se anunció si se pondrán a disposición más entradas.
El Lusail Iconic Stadium tiene capacidad para 88.900 personas, pero se calcula que más de 30.000 argentinos se encuentran en Qatar. Muchos han pedido préstamos para estar en el país del Golfo y presenciar el último intento de Lionel Messi por ganar un título mundial.
Reventa por WhatsApp
Las negociaciones por las entradas se están llevando a cabo en multitud de grupos de WhatsApp. Algunos aficionados argentinos mostraron a la AFP mensajes en los que pedían más de 4.000 dólares por entradas para la final con un valor inicial de 750 dólares. Las entradas más caras, que según la FIFA deberían costar 5.850 dólares, se están ofreciendo por más de 14.000 dólares.
Roberto Bascur, de 53 años, que lleva en Qatar desde el comienzo del torneo, dijo que había comprado entradas para todos los partidos de Argentina de fuentes no oficiales. “Quien vendía fuera del estadio tenía al menos entre 15 y 20 entradas”. Cintia Echanis, de 51 años, dijo que los manifestantes querían acceder a las entradas al precio oficial.
“Lo que ocurre es que la reventa ronda los 5.000 dólares, y es mucho para los que llevamos aquí desde el principio y hemos pagado muchas entradas. No queremos problemas. Lo que queremos como argentinos es tener la oportunidad de volver a animar a Argentina”, añadió.