Los municipios de Mairana y Pampa Grande, en el departamento de Santa Cruz, se enfrentan a una seria amenaza para sus cultivos de tomate: el temido “gusano perforador”. Según el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), esta plaga ha devastado al menos 150 hectáreas de plantaciones en la región.
Carlos Bustillo, encargado departamental de Vigilancia y Programa de Sanidad Ambiental del Senasag, brindó detalles sobre el impacto de esta situación. “Lo que tenemos cuantificado en la afectación de la plaga son algo más de 150 hectáreas, pero la afectación no ha sido al 100 por ciento”, informó Bustillo. Detalló que en el primer corte de la cosecha se registró una pérdida casi total, equivalente a entre 1.000 y 1.500 cajas de tomates perdidas, mientras que en el segundo corte la afectación osciló entre un 40% y un 50%.
La alerta sobre la presencia del gusano perforador fue inicialmente emitida por la Asociación de Horticultores y Fruticultores (Asofrut) el 1 de abril de este año, lo que llevó al Senasag a intervenir de inmediato. Se realizaron muestreos y se implementaron medidas de protección en las parcelas afectadas para evaluar la magnitud de los daños en los cultivos de tomate.
Ante esta emergencia agrícola, el Senasag convocó a bioensayistas certificados y a empresas especializadas para desarrollar tratamientos efectivos contra el gusano perforador. Además, se llevó a cabo una capacitación intensiva dirigida a los productores de Mairana y Pampa Grande para fortalecer las medidas de prevención y manejo integrado de plagas.
La respuesta coordinada entre las autoridades y los actores del sector agrícola ha sido crucial para mitigar los efectos del gusano perforador y proteger la producción de tomate en la región. No obstante, se recomienda a los agricultores mantener la vigilancia constante y aplicar las estrategias aprendidas para asegurar la recuperación de los cultivos y prevenir futuros brotes de esta plaga devastadora.