Este lunes, en la ciudad de Santa Cruz, el Gobierno nacional, en conjunto con el sector privado, reactivará el plan de importación directa de hidrocarburos, una medida estratégica orientada a asegurar el abastecimiento de combustibles a nivel nacional. La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, informó que esta decisión se enmarca en una serie de políticas que buscan no solo garantizar la provisión de energéticos, sino también fomentar una mayor eficiencia en su gestión.
El punto de partida de esta iniciativa es el Decreto Supremo 5197, recientemente aprobado, que establece un esquema de incentivos tributarios para la importación de bienes de capital con “cero gravamen arancelario” destinados al montaje de plantas de producción de biodiésel. Este esfuerzo se alinea con los objetivos del Gabinete Agropecuario, que ha valorado positivamente la normativa como un paso crucial hacia la sostenibilidad energética del país.
En cuanto a la importación directa de combustibles, Prada destacó que esta es una demanda histórica del sector privado, ahora en plena implementación. Actualmente, se están optimizando los procesos para facilitar una ruta más rápida y eficiente que permita a las empresas del sector privado importar directamente los combustibles necesarios para diversas industrias y actividades económicas.
Este lunes, representantes del Ministerio de Hidrocarburos y del sector privado se reunirán para afinar los detalles de este plan, en el contexto de los acuerdos alcanzados en el Diálogo por la Economía y la Producción y las discusiones del Gabinete Agropecuario.
Paralelamente, YPFB y el Ministerio de Hidrocarburos han lanzado un ambicioso plan de reactivación del Upstream, con un enfoque en la exploración de hidrocarburos, que busca reducir la dependencia de las importaciones de diésel y gasolina. Estas compras externas actualmente representan un costo superior a los 2 mil millones de dólares anuales para el país.
El combate al contrabando de combustibles es otro frente clave en esta estrategia. La ministra subrayó que este problema, exacerbado por la diferencia de precios entre Bolivia y los países vecinos, ha generado una significativa fuga de divisas, un problema agravado por el aumento global de los precios de los combustibles, impulsado por conflictos geopolíticos y otras dinámicas internacionales.
Desde el inicio del actual Gobierno, se han aprobado más de 20 proyectos en menos de cuatro años, destacándose los avances en campos como Mayaya X1, que demuestran el compromiso del país con la autosuficiencia energética.
Como parte de una solución integral, el gobierno también impulsa la generación de biocombustibles. Ejemplos de ello son las plantas de biodiésel en Santa Cruz y la próxima a inaugurarse en El Alto, ambas concebidas como alternativas sostenibles que disminuyen la dependencia de las importaciones y promueven una producción más ecológica.
Finalmente, la ministra Prada enfatizó que las políticas actuales están orientadas hacia una gestión más responsable y sostenible de los recursos hidrocarburíferos. El objetivo es equilibrar la demanda energética con la protección del medio ambiente y la estabilidad económica, asegurando un desarrollo a largo plazo para el país.