El Gobierno boliviano ofreció este domingo una recompensa de cien mil bolivianos a la persona que dé datos exactos que permita la captura del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset quien es buscado por la Policía desde finales de julio pasado.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, dijo que el dinero será entregado de forma inmediata a la persona que brinde la información; además, de acuerdo con lo conversado con el Ministerio Público, será sometida a un procedimiento de “colaborador eficaz”, lo cual implica que todos los datos que brinde se manejará en absoluta reserva.
“Hemos decidido otorgar una recompensa a quien nos pueda dar con el paradero exacto del señor Sebastián Enrique Marset por la suma de 100 mil dólares americanos. Quien nos coadyuve a lograr la captura inmediata de este narcotraficante, que está siendo buscado por la Policía Boliviana y que está liderizando su búsqueda, se le va entregar este recurso económico de manera inmediata”, señaló la autoridad en conferencia de prensa.
Por otra parte, Del Castillo informó que se identificó a una tercera persona al mando de la estructura criminal que el narcotraficante uruguayo tenía instalada en Bolivia. Se trata de Roberto Arana Suarez, alias ‘Robertito’.
“La cúpula de mando está liderada por el señor Sebastián Marset, seguida por el señor Ivar Erland García López que se encuentra con detención preventiva y la tercera persona que se encargaba de todo el tema legal, para blanquear los recursos económicos y generar beneficios dentro de la justicia boliviana sería el señor Roberto Arana Suarez”, explicó.
Mencionó que Arana tenía la capacidad económica para salir de forma regular del país, puesto que en los últimos meses viajó a Colombia, Brasil y Estados Unidos. Presumió que ya no se encuentra en territorio boliviano.
A la vez, indicó que se pedirá a la Policía Internacional (Interpol) que active el sello rojo y azul contra este sujeto. Los nexos con Marset fueron identificados tras realizar allanamientos en un condominio de la capital cruceña, donde algunos inmuebles son de propiedad del acusado.
El ministro también señaló que la organización criminal se divide en dos grupos: uno nacional que ayudaba a tener oculto al uruguayo y que transportaba sustancias controladas. Mientras que el segundo está compuesto por extranjeros que operan fuera del territorio nacional, donde está incluida su familia. Estos se encargaban de pagar la droga que se fabrica en Bolivia.