El Gobierno nacional respondió a las críticas sobre los recientes contratos firmados con empresas extranjeras para la industrialización del litio, asegurando que los acuerdos representan una utilización mínima de las reservas nacionales, que ascienden a 21 millones de toneladas.
“Con estos dos contratos, no llegamos ni al 2% de las reservas que tenemos, y existe una inversión de más de 2.000 millones de dólares”, afirmó Alejandro Gallardo, ministro de Hidrocarburos, en una entrevista con la televisora estatal.
Proyectos en marcha y proyecciones
En septiembre de 2024, Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) firmó un contrato con la empresa rusa Uranium One Group para producir 14.000 toneladas anuales de carbonato de litio en el salar de Uyuni, ubicado en Potosí. Este acuerdo contempla el uso de la tecnología de extracción directa de litio (EDL) y una inversión de 970 millones de dólares.
Dos meses después, en noviembre, YLB suscribió otro acuerdo, esta vez con la empresa china Hong Kong CBC, para la construcción de dos plantas con capacidades de producción de 10.000 y 25.000 toneladas anuales, respectivamente. Este proyecto implica una inversión total de 1.030 millones de dólares.
Ambos proyectos, actualmente en proceso de revisión en la Asamblea Legislativa, tienen un plazo estimado de tres años para su implementación tras su aprobación.
Perspectivas económicas y salvaguardas
Gallardo enfatizó que los contratos fueron precedidos por un análisis económico exhaustivo, contemplando posibles fluctuaciones en los precios internacionales del litio.
“Incluso en el escenario más pesimista, los beneficios para el país están garantizados, con indicadores positivos, recuperación de la inversión y una tasa de retorno favorable”, destacó el ministro.
Asimismo, subrayó la importancia de atraer inversiones extranjeras para potenciar la industria nacional del litio, asegurando que las empresas involucradas deben cumplir estrictamente con la normativa boliviana y las disposiciones de la Constitución.
“No podemos limitar las inversiones ni cerrar las puertas a las oportunidades que estas representan, pero los interesados deberán respetar nuestras características soberanas”, afirmó Gallardo.
En un escenario marcado por la creciente demanda de litio, indispensable para baterías y tecnologías sostenibles, Bolivia apuesta por aprovechar sus vastas reservas mediante alianzas estratégicas. No obstante, estas decisiones han generado debates en torno a la soberanía de los recursos naturales y los riesgos asociados a la participación extranjera, manteniendo el tema en el foco del interés público.