La Cancillería de Bolivia informó que el Gobierno envió una carta al secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), advirtiendo sobre las implicaciones de la marcha liderada por el expresidente Evo Morales. Según la misiva, esta movilización busca provocar enfrentamientos y acortar el mandato del actual presidente, Luis Arce, y su vicepresidente, David Choquehuanca.
En la carta, dirigida también al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Tünk, y a la Secretaria Ejecutiva de la CIDH, Tania Reneaum Panszi, el gobierno boliviano expone su postura frente a la marcha iniciada el 17 de septiembre desde Caracollo, Oruro. Aunque reconoce el derecho a la protesta y manifestación pacífica, la administración de Arce cuestiona los motivos de esta movilización, señalando que no responde a demandas sociales legítimas, sino que tiene como fin interrumpir el actual mandato constitucional y promover la candidatura de Morales, pese a que la Constitución lo prohíbe.
“El Gobierno ve una clara amenaza en esta marcha, que tiene el objetivo de adelantar las elecciones y forzar una nueva postulación del Sr. Morales”, afirma la carta.
Además, el documento alerta sobre el riesgo de confrontaciones que, según el Gobierno, buscan sembrar caos en la sede del gobierno en La Paz. Hasta la fecha, se reportan 26 heridos y se denuncia la vulneración de la libertad de prensa, lo que ha generado preocupación en los gremios periodísticos, que declararon estado de emergencia ante actos de violencia e intimidación sufridos por periodistas durante la cobertura de la marcha.
A pesar de las tensiones, el Gobierno de Arce asegura que ha estado dispuesto al diálogo, mencionando que la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, convocó a una mesa de negociaciones el pasado sábado, la cual fue rechazada por Morales y sus seguidores. La carta también incluye el detalle de cómo el gobierno ha respondido previamente a los puntos del pliego petitorio de Morales antes del inicio de la movilización.
Finalmente, el Gobierno boliviano reiteró su compromiso con el cumplimiento de los compromisos internacionales, la búsqueda de la paz y el diálogo como herramientas para mantener la unidad y el bienestar de la población, destacando que seguirá trabajando para evitar mayores enfrentamientos y garantizar la estabilidad del país.