El Gobierno nacional justificó la suspensión temporal de las exportaciones de carne vacuna, argumentando que la decisión busca garantizar el abastecimiento interno y estabilizar los precios en el mercado local. Según el Ejecutivo, la medida no afectará significativamente al sector, dado que no es una temporada de alta demanda internacional.
El anuncio, realizado el miércoles por el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, generó el rechazo de los ganaderos, quienes sostienen que el precio de la carne lo define el mercado.
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, aseguró que la suspensión no tendrá un impacto grave en el sector empresarial. “No es una época intensa de exportación de carne vacuna. Además, el Gobierno prioriza la economía popular y el acceso a la carne para la población. Si se normaliza el precio, las exportaciones podrán reanudarse”, afirmó.
Por su parte, el viceministro de Políticas de Industrialización, Luis Siles, sostuvo que los ganaderos no sufrirán una afectación significativa, ya que podrán comercializar su producción en el mercado interno. Según Siles, antes de aplicar la medida, el Gobierno dialogó con los productores y exportadores debido al alza de hasta el 120% en el precio de la carne a nivel nacional.
“Los ganaderos seguirán vendiendo, pero ahora en el mercado local. No se les está prohibiendo comercializar, sino aumentando la oferta interna”, subrayó. Asimismo, aclaró que este año no se habían otorgado cupos de exportación, por lo que la suspensión no interrumpe contratos vigentes.
Rechazo del sector ganadero
Las reacciones del sector productivo no se hicieron esperar. Klaus Frerking, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), afirmó que menos del 10% de la producción nacional se destina a la exportación y que el precio de la carne responde a la oferta y la demanda. Además, señaló que los principales mercados de la carne boliviana son Perú y otros países vecinos.
Walter Ruiz, presidente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), rechazó asistir a una reunión convocada por el Gobierno en Santa Cruz, exigiendo que cualquier diálogo se realice directamente con ministros y no con viceministros.
Controles y estabilidad de precios
El viceministro Siles refutó el argumento de que el mercado debe regular los precios y aseguró que los ganaderos asumen el 60% del costo de la cadena de producción. Asimismo, informó que se han intensificado los controles en las fronteras para frenar el contrabando de carne, una práctica que, según el Gobierno, distorsiona los precios internos.
La suspensión de las exportaciones ha avivado el debate entre la necesidad de garantizar el abastecimiento interno y los intereses del sector ganadero, que considera la exportación un pilar de su crecimiento. Mientras el Gobierno insiste en que la medida es temporal y busca proteger a los consumidores, los productores exigen mayor diálogo y claridad en las políticas que afectan al sector.