El Gobierno nacional bajó este domingo al 3% la previsión de crecimiento de la economía boliviana a poco más de dos meses de concluir la gestión 2023, que estuvo marcada por un elevado gasto público y un descenso de las exportaciones del 24% durante los primeros siete meses de este año respecto al mismo período de 2022.
“Nosotros estimamos, como Gobierno, que este año estemos alrededor del 3% en la tasa de crecimiento, ya en el año completo, en el año fiscal, y eso difiere de aquellos seudo analistas u opinadores que señalan que estamos mal en la actividad económica”, dijo el viceministro de Política Tributaria, Jhonny Morales.
Hace más de una semana, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, aseguró que el Producto Interno Bruto (PIB) iba a crecer en 4,8%, tal como se había proyectado en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2023.
El Banco Mundial (BM) proyectó que, para este año, Bolivia tendrá un crecimiento económico del 1,9%; el Fondo Monetario Internacional (FMI) perfila un crecimiento del 1,8% y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) un crecimiento del 2,2%.
El viceministro Morales explicó que uno de los propósitos de las políticas económicas del Gobierno nacional es que los bolivianos “puedan disfrutar de una estabilidad de precios, porque cuando hay una inflación golpea al bolsillo”.
El crecimiento del PIB es impulsado principalmente por la demanda interna y un incremento en la facturación de, por ejemplo, servicios de restaurantes, hoteles y uso de pasajes aéreos.
“Vamos por buen camino, son indicadores que nos señalan que estamos yendo por el camino correcto, y que el modelo económico que hemos implementado es el correcto”, aseguró la autoridad en entrevista con el canal estatal.