El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, volvió a rechazar la baja calificación que la firma internacional Moody’s otorgó a Bolivia el sábado y atribuyó el problema de liquidez que enfrenta el Estado al “boicot” de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) por la falta de aprobación de créditos y advirtió que se pretende realizar una “asfixia económica” al país.
“Esta manera sistemática de generar una asfixia económica al país pues es un elemento que las calificadoras de riesgo están tomando en cuenta. El tema de las peleas políticas, las fricciones políticas que se están dando en la Asamblea Legislativa Plurinacional, es un elemento constante que mencionan las calificadoras. Este problema político está mostrando que Bolivia no tiene un problema de solvencia sino de liquidez, porque algunos malos asambleístas no aprueban los créditos que son cercanos a los 700 millones de dólares. (Por ejemplo) se rechazó el crédito de la línea café del teleférico, cuántos créditos van a estar estancados sólo por el capricho de no aprobarlos”, observó la autoridad en conferencia de prensa.
Montenegro aseguró que la economía boliviana estaría mejor si la Asamblea Legislativa no hace el “boicot”, o que el funcionamiento económico mundial hubiera generado estas altas tasas de interés o de inflación que han llevado a precio de commodities (bienes básicos que se utilizan como insumos en la producción de otros bienes y que pueden ser usados en el comercio o en el sector financiero, como objetos de adquisición) elevados.
Moody’s rebajó la calificación de Bolivia de “Caa1” a “Caa3”, advirtiendo que hay riesgo de que no cumpla con sus obligaciones de pago de la deuda externa y no cuente con divisas para el pago de sus importaciones; además, advirtió también un agotamiento de las Reservas internacionales Netas (RIN).
“La rebaja de calificación es que los bonos que tiene el Gobierno seguramente son valorados en el mercado con algún riesgo de impago, pero lo que hemos señalado es que en ningún caso Bolivia ha dejado de pagar el servicio de la deuda externa y en el Gobierno del presidente Luis Arce jamás se ha dejado de cumplir con ese compromiso”, remarcó el ministro al referirse al tema.
Montenegro detalló algunos indicadores macroeconómicos que no tomó en cuenta Moody’s al momento de hacer la calificación, tales como el crecimiento económico de la gestión pasada, la estabilidad de precios y la tasa de desempleo que bajó al 3,9 por ciento, una de las más bajas de la región.
“Estos resultados no han sido tomados en cuenta, son indicadores macroeconómicos que distancian a Bolivia de otros países, pese al boicot que se sufre desde la Asamblea Legislativa por parte de asambleístas de Evo, Mesa y Camacho, además de la situación adversa internacional”, enfatizó.
El ministro dijo que se tenía prevista una reunión con los ejecutivos de Moody’s; sin embargo, esto no se concretó y se desconoce los motivos o fuentes a las que recurrieron para bajar la calificación.
“Los resultados que mostramos como país no ameritan una rebaja de calificación de esa magnitud”, insistió la autoridad.