El Gobierno anunció la aprobación oficial del uso de la semilla transgénica OGM (Organismo Genéticamente Modificado) Soya Intacta (MON87701 x MON89788) destinada exclusivamente a la producción de aditivos vegetales. La noticia fue confirmada por el ministro de Medio Ambiente y Agua, Alan Lisperguer, durante la Segunda Cumbre Nacional de Tierra y Territorio, Producción y Medio Ambiente, celebrada en San Julián, Santa Cruz. Esta decisión marca un hito en la adopción de transgénicos en el país y que, según el Gobierno, permitirá hacer frente a la crisis climática.
Lisperguer entregó personalmente la resolución a los representantes de los interculturales cruceños, subrayando la importancia del control en toda la cadena productiva para asegurar el uso exclusivo de esta tecnología en la elaboración de aditivos vegetales. Según el ministro, la semilla Soya Intacta será clave para mejorar la productividad agrícola, aportando resistencia a plagas y reduciendo el impacto ambiental del uso de agroquímicos.
Respaldo interinstitucional y control
La resolución cuenta con el apoyo del Comité Nacional de Bioseguridad, así como de varios ministerios clave, entre ellos los de Desarrollo Rural y Tierras, Desarrollo Productivo y Salud. Estos organismos, junto con el Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB), estarán encargados de supervisar y controlar que la siembra y producción de esta soya transgénica cumpla con los objetivos planteados.
Uno de los puntos centrales de la resolución es la prohibición de su cultivo en áreas protegidas y tierras fiscales, asegurando que la producción se limite a zonas previamente identificadas, como San Julián, Cuatro Cañadas y otras regiones productoras de Santa Cruz. Asimismo, se destaca la necesidad de formalizar acuerdos comerciales con proveedores internacionales para garantizar el acceso a la tecnología.
Debate sobre transgénicos y crisis climática
Durante su intervención, Lisperguer resaltó que la aprobación de la semilla transgénica es parte de la respuesta del país ante la crisis climática global. Además, mencionó que este tipo de eventos, como la cumbre en San Julián, son cruciales para reflexionar sobre la normativa agrícola y fomentar un debate informado sobre el uso de la biotecnología en Bolivia.
La adopción de la Soya Intacta, una tecnología ampliamente utilizada en otros países, genera expectativas en el sector agrícola, especialmente entre los productores de Santa Cruz, quienes esperan mejorar sus rendimientos y competitividad en el mercado internacional.
La implementación de esta semilla transgénica también plantea desafíos en términos de regulación, cumplimiento y aceptación social, aspectos que el Gobierno y las instituciones involucradas deberán gestionar con cautela para asegurar un equilibrio entre los beneficios económicos y la protección ambiental.