El viceministro de Defensa de los Derechos del Usuario y Consumidor, Jorge Silva, aclaró que mientras no exista un protocolo de inocuidad que avale la comercialización de la carne de burro, esta aún no está autorizada para el consumo humano.
“Mientras no se cuente con un protocolo para la crianza, faenado, traslado y comercialización de carne de burro, no está autorizada su venta, ya que podría presentar una contaminación cruzada”, dijo en contacto con los medios.
Silva recordó que se instaló una mesa técnica para tratar un protocolo normativo que permita exigir el cumplimiento de requisitos establecidos por el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) para el funcionamiento de mataderos de carne equina (burro, caballo y asno); la normativa del control de calidad la preparará el Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca) con base en tres estudios realizados en 2008.
“Con base en esta información se volverá a convocar la siguiente semana a la mesa técnica para socializar los estudios del Ibnorca, en función a ello se tendrá un primer borrador de propuesta de protocolo normativo que delegue a los gobiernos municipales el control del funcionamiento de mataderos; a las gobernaciones el control del trasporte; al Senasag la exigencia de las condiciones de inocuidad; y a las intendencias el control de venta del producto en los diferentes mercados”, explicó la autoridad.
Según una nota de prensa, la Biblioteca Nacional de Agricultura, perteneciente a la FAO, en 2008 publicó un estudio que evaluó la calidad de esta carne y las características nutricionales de la misma; los resultados determinaron que la carne equina tenía un bajo contenido de grasa con 2,02 g/100 g, un contenido de proteínas de 2,8 g/100 g y un contenido de colesterol de 68,7 mg/100 g.
También se determinó un nivel de glucógeno de 0,45 g/100 g, dentro de las 12 horas posteriores a la muestra; el potasio fue el mineral con mayor contenido con 343 mg/100 g; seguido de fósforo con 212 mg/100 g; sodio con 52 mg/100 g; y magnesio con 24 mg/100 g. Por esos resultados, la carne equina obtenida de animales jóvenes puede considerarse una buena alternativa a otras carnes rojas.
De igual manera, el Grupo de investigación en biomoléculas alimentarias del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (ICTA) de la Universidad Nacional de Colombia, develó que “la especie equina abastece el 0,25% de la producción mundial de carne, donde los principales países productores de carne equina son China, Kazajistán, México, Rusia y Argentina, con el 58% de la producción mundial; mientras que Mongolia, Suiza, Italia, Kazajistán y Rusia son los mayores consumidores, y en Colombia la especie equina fue declarada como apta para el consumo humano en 1990…”.