El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha ajustado sus proyecciones para la economía de Bolivia, anticipando un crecimiento del 1,6% y una inflación del 4,3% al cierre de 2024, según su reciente informe “Perspectivas de la economía mundial”, publicado el 22 de octubre. Estas cifras revelan un escenario desafiante para el país, con un crecimiento más lento de lo esperado y presiones inflacionarias constantes, en sintonía con las tendencias económicas globales.
A nivel global, el crecimiento económico se mantendrá estable, aunque moderado, especialmente en economías avanzadas, como las europeas. Para Bolivia, el FMI prevé una leve mejora en 2025, con un crecimiento estimado del 2,2%. Sin embargo, la proyección del 1,6% para 2024 se mantiene sin cambios desde abril, lo que subraya la dificultad del país para alcanzar las metas gubernamentales, que apuntaban a un crecimiento del 3,71%.
Otras instituciones internacionales, como el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), coinciden con pronósticos similares. El Banco Mundial estima un crecimiento del 1,4%, mientras que la Cepal prevé un 1,7% para Bolivia en 2024, lo que refleja la cautela ante un entorno económico global complejo.
Desempleo y déficit en la balanza de pagos
El FMI también prevé un ligero aumento en la tasa de desempleo de Bolivia, que cerraría 2024 en un 5%, subiendo marginalmente a 5,1% en 2025. Además, se proyecta un déficit en la cuenta corriente del -5,4% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2024, una cifra que supera ampliamente el déficit del 2,7% registrado en 2023. Para 2025, el déficit podría aumentar aún más, alcanzando el -5,5%.
Perspectiva regional
En el ámbito latinoamericano, se proyecta que la región cierre 2024 con un crecimiento del 2,1%, mejorando ligeramente a 2,5% en 2025. Sin embargo, algunos países enfrentarán situaciones más difíciles. Argentina, por ejemplo, atraviesa una severa recesión, con una contracción del -3,5% en 2024, aunque se espera una recuperación significativa en 2025, con un crecimiento proyectado del 5%. Otros países de la región, como Chile, Paraguay y Perú, se perfilan con tasas de crecimiento más sólidas, que oscilarán entre el 2,5% y el 3,8%.
A nivel global, el FMI estima un crecimiento del 3,2% para 2024. A pesar de la desaceleración en algunas regiones, el organismo destaca que la lucha contra la inflación ha mostrado avances significativos, proyectando una tasa de inflación global del 3,5% para 2025. Sin embargo, persisten riesgos importantes, como las tensiones geopolíticas y la inestabilidad en los mercados financieros, que podrían afectar el crecimiento mundial.
Opiniones de expertos
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, destacó que Bolivia se encuentra entre las economías de menor crecimiento en Sudamérica, junto con Colombia, ambas con una tasa proyectada del 1,6% para 2024. Según Romero, estas cifras confirman las perspectivas de bajo crecimiento señaladas por organismos internacionales, influidas por una crisis fiscal e inflacionaria, y agravadas por los problemas internos que enfrenta el país, como los bloqueos.
Señaló que las proyecciones del FMI subrayan la urgencia de que Bolivia aborde sus desafíos económicos estructurales, incluyendo la necesidad de reactivar el crecimiento y contener las presiones inflacionarias, en un contexto de inestabilidad tanto interna como global.