La agencia estadounidense Fitch Ratings rebajó la calificación de incumplimiento de emisor (IDR) en moneda extranjera de largo plazo de Bolivia de ‘B-’ a ‘CCC’, según el informe que lo divulgó este martes en su página web.
La calificadora sostiene que la rebaja refleja una disminución significativa de las reservas internacionales utilizables a niveles muy bajos, lo que aumenta los riesgos para la estabilidad macroeconómica y la capacidad de servicio de la deuda boliviana. “Es probable que los amplios déficits fiscales, financiados en gran medida con préstamos del Banco Central, y la ausencia de un plan de consolidación concreto sigan ejerciendo presión sobre las reservas. Esto ha resultado en un racionamiento de divisas y en el surgimiento de tipos de cambio de mercados paralelos en el contexto de un régimen monetario estabilizado”, complementa.
Fitch hace referencia a la caída de las reservas internacionales durante el 2023 de 2.100 millones de dólares a 1.700 millones de dólares, de los cuales 1.570 millones de dólares reflejan reservas de oro y solo 166 millones de dólares de divisas.
Cuestiona el hecho de que el Banco Central de Bolivia (BCB) haya enajenado las reservas de oro certifico y apenas haya dejado un stock por encima del mínimo de 22 toneladas. Observa que para reponer se esté comprando oro no certificado a productores locales (4,6 toneladas en 2023), que puede no ser de libre uso, y pretende adquirir hasta 10 toneladas en 2024.
Fitch pronostica que el déficit en cuenta corriente se ampliará al 1,9% del PIB en 2024, desde el 1,5% en 2023. Las exportaciones de gas, dice, continúan disminuyendo debido a la disminución de la producción, mientras que las importaciones de combustible fuertemente subsidiadas siguen siendo elevadas. Los grandes errores y emisiones en los datos de la balanza de pagos probablemente indiquen una posición externa más débil dada la actividad generalizada de contrabando.
La calificadora estadounidense considera que la fragmentación dentro del partido gobernante MAS ha complicado la aprobación de préstamos externos para apuntalar las reservas. “Los desembolsos externos netos totalizaron solo 147 millones de dólares entre enero y octubre de 2023. Un stock de 3.700 millones de dólares en préstamos externos aprobados por el Congreso y 700 millones de dólares pendientes de aprobación reflejan en gran medida préstamos para proyectos y no un desembolso más rápido de préstamos de apoyo presupuestario. Bolivia está excluida de los mercados de capital globales con rendimientos del bono 2028 del 24% a partir de enero de 2024. El BCB ha cambiado las reglas para incentivar la repatriación de activos extranjeros por parte de bancos y fondos de inversión, lo que podría ayudar a aliviar las presiones a corto plazo, pero falta de ajuste de políticas significa que es probable que continúen las presiones externas”, indica en su informe.
Con relación al servicio de la deuda externa a los acreedores del sector privado en 2024-2025, Fitch cree que es bajo, “pero los riesgos están aumentando dado el bajo nivel de reservas líquidas de divisas. Bolivia debe 110 millones de dólares en pagos de cupones tanto en 2024 como en 2025 sobre sus bonos a 2028 y 2030. El eurobono de 2028 vencerá en tres cuotas anuales de 333 millones de dólares a partir de 2026, lo que podría plantear un desafío mucho mayor para la capacidad de pago en ausencia de medidas de política correctivas”.
En su informe, la calificadora también hace referencia a la disminución de las reservas, que según Fitch, “ha llevado a un racionamiento de divisas, con algunas escaseces periódicas de combustible causadas por retrasos en la autorización de divisas para las importaciones y restricciones por parte de los bancos sobre los retiros de depósitos en divisas. Dado el requisito de vender divisas al tipo de cambio fijo oficial, los bancos han comenzado a cobrar comisiones más altas. Esto ha significado el surgimiento de un mercado cambiario paralelo, actualmente entre un 15% y un 20% por encima del tipo de cambio oficial. La gran presencia de dólares en la economía informal puede estar ayudando a satisfacer la demanda de dólares a este tipo de cambio más alto y evitar una brecha aún mayor con el tipo oficial”.