La calificadora internacional Fitch Ratings redujo la nota de riesgo emisor en moneda extranjera de Bolivia de ‘CCC’ a ‘CCC-’, una decisión que refleja la continua disminución de divisas y la falta de medidas efectivas para enfrentar la creciente crisis económica y fiscal del país.
En su informe, Fitch señala que, aunque un incumplimiento de pagos no es inminente, “el margen de seguridad sigue erosionándose”. Factores como la escasez de combustible, los bloqueos de carreteras y las tensiones sociales han impactado negativamente la actividad económica durante 2024, exacerbando la situación.
Fitch alertó sobre los riesgos asociados al financiamiento monetario de los crecientes déficits fiscales, así como el alza inflacionaria. La inflación cerró 2024 en un 9,97%, la cifra más alta en los últimos 15 años, lo que agrava la vulnerabilidad de la economía boliviana.
Reservas internacionales en niveles críticos
Las Reservas Internacionales Netas (RIN) de Bolivia alcanzaron $us 1.980 millones al cierre de 2024, pero solo $us 47 millones corresponden a reservas líquidas. El resto está compuesto mayormente por oro, cuyo valor se estima en $us 1.890 millones.
Para aliviar la presión sobre las reservas, el Banco Central de Bolivia (BCB) adquirió 14,5 toneladas de oro durante 2024, con el objetivo de refinarlas y liquidarlas en el extranjero. Estos fondos se destinarán al pago de deuda externa e importaciones, según el informe.
Desafíos financieros a corto y mediano plazo
Bolivia enfrenta vencimientos financieros significativos en los próximos años. En 2025, está programado un pago de $us 110 millones en eurobonos, que el país podría cubrir con las actuales reservas. Sin embargo, en 2026, las amortizaciones alcanzarán los $us 333 millones, un reto considerable dada la creciente escasez de divisas.
Además, Fitch advirtió que la falta de dólares y combustible, combinada con la incertidumbre política de las elecciones generales previstas para 2025, seguirá limitando el crecimiento económico del país.
Reformas necesarias para estabilizar la economía
La calificadora enfatizó la necesidad de un ajuste fiscal estructural para recuperar la estabilidad económica. Entre las recomendaciones, destacan la implementación de políticas que reduzcan las presiones sobre la cuenta corriente, aumenten las reservas internacionales y accedan a financiamiento externo adicional.
“Un ajuste macroeconómico sólido y sostenible podría mejorar la calificación crediticia del país”, concluye el informe.
La situación subraya la urgencia de tomar medidas concretas para mitigar las presiones sobre la economía nacional y garantizar la continuidad de proyectos clave, que también enfrentan dificultades por la escasez de combustible y maquinaria. Sin reformas estructurales, Bolivia podría enfrentar mayores complicaciones en el mediano plazo.