El déficit de arroz en el país podría extenderse hasta febrero del próximo año, según alertaron desde la Federación Nacional de Cooperativas Arroceras (Fenca). La oferta actual en los centros de acopio es insuficiente para cubrir la demanda interna, lo que mantendrá la escasez y los altos precios hasta la primera cosecha de verano, programada para ese mes.
Gonzalo Vásquez, dirigente de Fenca, explicó que la siembra de unas 120.000 hectáreas de arroz en el departamento de Santa Cruz comenzará en octubre, con resultados esperados para febrero. Vásquez también destacó la importancia del apoyo gubernamental en el proceso, especialmente en la provisión de insumos agrícolas y la liberación de importaciones de equipos necesarios para la siembra.
La advertencia de Fenca surge en un contexto de creciente preocupación por la falta de arroz en el mercado y el aumento en los precios, impulsados por una caída en la producción que no cubre la demanda nacional, estimada en más de 400.000 toneladas anuales, con un consumo mensual de 35.000 toneladas.
En respuesta a esta situación, la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) informó que dispone de una “reserva estratégica” de 76.000 toneladas de arroz. Según Franklin Flores, gerente general de Emapa, la empresa ha destinado 11.000 toneladas para la venta interna en septiembre, con precios regulados de Bs 50,50 por bolsa, significativamente menores a los del mercado, que oscilan entre Bs 80 y Bs 90.
La escasez, según Vásquez, se agravó debido al freno en el contrabando de arroz desde Argentina, lo que aumentó los costos del grano importado. “Si pasa la frontera legalmente, es más caro”, comentó.
El dirigente también expresó su esperanza en que las lluvias acompañen la siembra, después de la sequía del año pasado que retrasó considerablemente las labores agrícolas. “Esperamos que el Gobierno apoye liberando las importaciones de agroquímicos, maquinaria y otros insumos esenciales”, concluyó.
El sector arrocero mantiene altas expectativas sobre la próxima cosecha de verano, que podría aliviar la presión sobre los precios y la oferta a partir de febrero, siempre y cuando las condiciones climáticas y logísticas acompañen el proceso.