El Ministerio de Salud ha reconocido que la escasez de divisas está dificultando la compra de medicamentos, lo que afecta su disponibilidad en los centros de salud del país. Yecid Humacayo, director de la Unidad de Redes de Servicios de Salud, explicó que, a pesar de estos obstáculos, se están realizando esfuerzos coordinados con los gobiernos municipales y departamentales para mitigar la situación.
En una reciente rueda de prensa, Humacayo afirmó que, aunque persisten las dificultades derivadas de la falta de dólares, los medicamentos continúan disponibles en los centros de salud, gracias a la gestión de los gobiernos locales. Sin embargo, subrayó que los problemas persisten debido a la escasez de divisas que afecta al país desde febrero de 2023.
Esta situación económica ha generado preocupación en diversos sectores, particularmente en la industria farmacéutica. La Cámara Boliviana de la Industria Farmacéutica (Cifabol) ha alertado sobre la falta de dólares necesarios para importar los insumos requeridos para la producción de medicamentos, lo que ha elevado los costos y reducido la disponibilidad de estos productos en el mercado.
Ante esta crisis, el viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, informó en noviembre que el Gobierno ha intensificado la supervisión de las empresas farmacéuticas y el sector de medicamentos, con el fin de garantizar la seguridad y accesibilidad de los fármacos en el país.
En cuanto a la pandemia de COVID-19, Humacayo aseguró que Bolivia cuenta con suficientes vacunas para atender a la población, especialmente a los grupos más vulnerables. Además, destacó que se esperan medio millón de dosis adicionales. A la fecha, en la segunda semana epidemiológica de 2025, se han registrado 599 casos acumulados de COVID-19, con cuatro fallecimientos reportados. Según Humacayo, las muertes estuvieron relacionadas con patologías previas de los pacientes, sumadas a los efectos del virus.
Este contexto resalta la difícil situación que enfrenta el sistema de salud en Bolivia, donde la escasez de divisas y las complicaciones en la cadena de suministro de medicamentos siguen siendo desafíos clave para garantizar el acceso a tratamientos y vacunas.