El exdirector nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), Maximiliano Dávila, acusado de delitos relacionados con el narcotráfico, será extraditado a Estados Unidos en los próximos días. Según el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, el proceso judicial ha concluido, y solo resta coordinar con las autoridades estadounidenses la fecha del traslado y la llegada del avión que trasladará al exfuncionario.
“La extradición del señor Dávila es un hecho irreversible. Ya estamos realizando las coordinaciones correspondientes vía diplomática. Una vez que tengamos la fecha exacta, la comunicaremos. Estamos a la espera de que Estados Unidos disponga un avión para concretar el traslado”, declaró Del Castillo.
El ministro también indicó que el operativo podría ejecutarse antes de las fiestas navideñas, confirmando el carácter inminente de la entrega de Dávila a las autoridades estadounidenses.
Una detención clave en la lucha contra el narcotráfico
Maximiliano Dávila, quien dirigió la Felcn por casi un año durante el gobierno de Evo Morales, dejó su cargo en noviembre de 2019 tras la renuncia del entonces presidente. Fue aprehendido en enero de 2022 en la localidad de Villazón, Potosí, mientras intentaba cruzar la frontera hacia Argentina. La detención se produjo en cumplimiento de una resolución de la Fiscalía.
En noviembre de este año, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Bolivia autorizó formalmente su extradición. Dávila es requerido por la justicia estadounidense por delitos de asociación delictuosa vinculada al narcotráfico y portación ilegal de armas.
Implicaciones y contexto del caso
El caso de Dávila ha generado amplio interés nacional e internacional debido a su rol como ex“zar antidrogas” en Bolivia. Su arresto y el proceso de extradición reflejan la colaboración entre Bolivia y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico. Según informes oficiales, las investigaciones que condujeron a su captura apuntan a su presunta participación en una red delictiva transnacional.
La confirmación del ministro Del Castillo sobre la inminente extradición subraya el compromiso del gobierno boliviano con el cumplimiento de las solicitudes internacionales de justicia. Sin embargo, el caso también plantea serias interrogantes sobre la corrupción en las altas esferas de las instituciones encargadas de combatir el narcotráfico en el país.
A la espera de la definición de la fecha exacta y del arribo del avión estadounidense, la extradición de Maximiliano Dávila marca un nuevo capítulo en la lucha contra el crimen organizado en la región. Su entrega a la justicia estadounidense será observada de cerca como un ejemplo de los desafíos y las complejidades en el combate al narcotráfico.