Las exportaciones de soya y sus derivados cayeron en $us 522,4 millones al tercer trimestre del año, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este descenso refleja un complejo panorama para el sector agrícola, marcado por la escasez de diésel y los efectos de la sequía.
El valor de las exportaciones de granos de soya disminuyó un 62,6%, pasando de $us 192,5 millones en 2022 a $us 72,1 millones este año, lo que implica una baja de $us 120,4 millones. Por su parte, los productos derivados, como aceites y harinas, registraron un descenso del 33,3%, alcanzando $us 806,3 millones frente a los $us 1.208,3 millones del año anterior, lo que representa una caída de $us 402 millones.
Impacto en la producción y la industria
El sector agrícola enfrenta desafíos adicionales debido a una merma en la producción de soya. Según la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), más de 800.000 toneladas se dejaron de producir este año por la sequía. Esto ha generado una disminución significativa en la disponibilidad de materia prima para las agroindustrias, muchas de las cuales han detenido operaciones, según advirtió Jorge Amantegui, presidente de la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob).
“Las industrias están paradas y solo abastecen el mercado interno con los stocks disponibles, como parte del compromiso con el Gobierno”, explicó Amantegui.
Escasez de diésel y siembras en riesgo
El abastecimiento de diésel es otro problema crítico. El sector espera la distribución prometida de 2,7 millones de litros por el Ministerio de Hidrocarburos para completar la cosecha de invierno y garantizar la siembra de 1,3 millones de hectáreas en la campaña de verano 2024-2025. La falta de combustible amenaza con retrasar las actividades agrícolas y agravar la situación económica del sector.
Implicaciones económicas
La caída en las exportaciones representa un fuerte golpe para la economía nacional, ya que la soya es uno de los principales productos de exportación del país. Este descenso no solo afecta a los productores, sino también a la generación de divisas y al equilibrio de la balanza comercial.