El Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmó este lunes lo que se conoció a través de la prensa local el domingo: Víctor Manuel Rocha, de 73 años, exembajador en Bolivia y miembro del Consejo de Seguridad Nacional, fue acusado de espiar para Cuba durante 40 años.
Según la denuncia presentada por el FBI, para noviembre de 2022 se recibió información de que Rocha era un agente encubierto de la Dirección General de Inteligencia de Cuba (DGI).
El FBI, entonces, mediante un agente encubierto, se contactó con Rocha para reunirse y darle un mensaje de sus “amigos en La Habana”.
La denuncia señala que ambos tuvieron tres encuentros, donde hablaron en español. Las reuniones fueron grabadas incluso en video, cuyas capturas de pantalla forman parte del documento.
En sus conversaciones, Rocha se refería a Estados Unidos como “enemigo”, hablaba de Fidel Castro como “Comandante” y a sus contactos cubanos les decía “compañeros”.
Rocha también se ufanaba de sus acciones a favor del Departamento de Inteligencia de Cuba con frases como: “Lo que hemos hechos ha fortalecido la revolución”, “hicimos más de lo que pensaron”, “lo que hemos hecho es enorme, más que un Gran Slam”, en referencia a la jugada de beisbol donde se conecta un jonrón con las bases llenas.
El 1 de diciembre de 2023, Rocha fue entrevistado por el Departamento de Estado y primero negaba haberse encontrado con el agente encubierto del FBI, pero cuando le mostraron su fotografía, sólo admitió que el agente se le acercó en una ocasión. Cuando le dijeron que se encontró con el agente en más de una ocasión, Rocha declinó comentar.
Con base a la investigación, el FBI concluyó que Rocha fue agente clandestino del Gobierno de Cuba desde al menos 1981 hasta el presente.
“Las conversaciones grabadas en audio y vídeo resumidas anteriormente en sí mismas establecen inequívocamente que ROCHA, en sus propias palabras, actuó durante décadas como agente encubierto de la DGI” señala la denuncia.
El Fiscal General estadounidense Merrick Garland señaló que el caso de Rocha expone una de las infiltraciones de mayor alcance y más duraderas del gobierno de los Estados Unidos por parte de un agente extranjero.
“Durante más de 40 años, Víctor Manuel Rocha sirvió como agente del gobierno cubano y buscó y obtuvo puestos dentro del gobierno de los Estados Unidos que le proporcionarían acceso a información no pública y la capacidad de afectar al gobierno de los Estados Unidos (…) Traicionar esa confianza prometiendo falsamente lealtad a Estados Unidos mientras se sirve a una potencia extranjera es un crimen que será castigado con toda la fuerza del Departamento de Justicia”, dijo Garland.
Entre los diferentes cargos que tuvo Rocha, fue embajador en Bolivia entre 1999 y 2002.
En este periodo fue objeto de la polémica, cuando realizó una declaración para advertir que no habría ayuda económica si se elegía a Evo Morales, lo cual generó un mayor apoyo electoral al entonces candidato del MAS que terminó segundo en las elecciones de 2002. Después Morales dijo irónicamente que Rocha era su “jefe de campaña”, por el efecto que tuvieron sus dichos.