El jefe del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, reapareció públicamente la mañana de este jueves en Cochabamba, tras el inicio de una investigación en su contra por un caso de estupro y trata de personas, que fue activada por la Fiscalía de Tarija. Este caso ha generado un fuerte revuelo en el escenario político y ha sido interpretado por algunos sectores como una posible persecución política.
Morales fue visto en una reunión en la capital cochabambina junto a dirigentes evistas de Quillacollo, un encuentro que fue transmitido por la radio Kawsachun Coca. Previamente, el dirigente campesino evista Humberto Claros había informado que Morales se encontraba en el trópico de Cochabamba, lo que generó especulaciones sobre su paradero.
La noche del miércoles, Sandra Gutiérrez, quien hasta entonces se desempeñaba como fiscal en Tarija, confirmó que la Fiscalía había iniciado una investigación contra el líder del Movimiento Al Socialismo (MAS). Este proceso ha sido calificado como un acto de persecución política por parte de Carlos Romero, exministro del gobierno de Morales. Romero denunció además que, durante los días previos, Morales habría estado “resguardado” en el trópico de Cochabamba debido a un supuesto despliegue policial y militar que, según él, tenía como objetivo aprehenderlo.
“El compañero Evo Morales estaba secuestrado estos días en el Trópico de Cochabamba”, declaró Romero, señalando que conocieron sobre el proceso el sábado 28 de septiembre. Aseguró también que personal militar fue visto en la zona, lo que habría activado una movilización clandestina por parte de sus seguidores para protegerlo.
Finalmente, la orden de aprehensión en contra de Morales fue revocada a través de una acción popular presentada por sus seguidores en Santa Cruz, lo que permitió su reaparición pública. Sin embargo, el caso sigue bajo investigación y el panorama político se mantiene tenso, con el MAS denunciando una persecución y sus opositores exigiendo que la justicia siga su curso.