El expresidente y líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, ha avivado la tensión política al sugerir que el actual presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, debería asumir la Presidencia de Bolivia en medio de la creciente crisis interna del partido. Durante un evento en Caracollo, Oruro, Morales expresó: “Si el primer y segundo hombre abandonan al pueblo, está el tercer hombre del Estado, hermano Andrónico Rodríguez, con nosotros”, en clara referencia al presidente Luis Arce y al vicepresidente David Choquehuanca, a quienes Morales ha tildado de “traidores” por sus políticas económicas.
Estas declaraciones se dieron en el marco de la “marcha para salvar a Bolivia”, organizada por sectores evistas, con la intención de presionar al Gobierno. Para el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, esta afirmación es una señal del “intento de golpe de Estado” que el presidente Arce ya había denunciado previamente. Según Del Castillo, las acciones del MAS liderado por Morales buscan desestabilizar al actual Gobierno y preparar el terreno para una posible sucesión presidencial.
Orlando Ceballos, abogado de Morales, alimentó aún más la polémica al declarar que la crisis actual demanda una sucesión que permita a Rodríguez, como presidente del Senado, asumir la máxima magistratura. “Estamos ante un Luis Arce que ha fracasado en todo”, señaló Ceballos, subrayando que la salida a la crisis debe seguir el camino constitucional.
Estas declaraciones no pasaron desapercibidas. El ministro de Justicia, Iván Lima, reaccionó rápidamente a través de la red X, advirtiendo de un “plan maquiavélico” detrás de las movilizaciones lideradas por Morales. Lima fue claro en señalar que las protestas y bloqueos que se han intensificado en los últimos días son parte de una estrategia para llevar a Rodríguez a la Presidencia y, desde allí, forzar la candidatura inconstitucional de Morales para las elecciones de 2025.
“El capricho de un ser ambicioso”, acusó Lima, refiriéndose a Morales. Según el ministro, las protestas no responden a una legítima demanda social, sino al deseo de Morales de mantenerse en el poder, sin importar el impacto negativo en la población.
Ceballos, por su parte, justificó la postura de Morales al calificar al actual Gobierno como incapaz de resolver la crisis política y económica que atraviesa Bolivia. Insistió en que la solución no puede venir de Choquehuanca, a quien considera parte del problema, y afirmó que Rodríguez es el único que puede asumir el liderazgo del país.
Este nuevo conflicto dentro del MAS surge en un contexto de divisiones internas y de movilizaciones que, según el Gobierno, buscan desestabilizar el país y favorecer la candidatura de Morales en 2025. Las próximas semanas serán decisivas para el futuro político de Bolivia y la relación entre los diferentes actores dentro del MAS.