Cochabamba vivió momentos de tensión en la madrugada de este martes cuando mineros afines a Evo Morales se enfrentaron a la Policía en la localidad de Parotani. El conflicto, que comenzó cerca de las 02:00, tuvo como resultado la instalación de un bloqueo que afecta una de las principales rutas que conecta el departamento con el occidente del país.
Los efectivos policiales utilizaron agentes químicos para intentar dispersar a los manifestantes, quienes, en respuesta, detonaron dinamitas para abrirse paso y consolidar su protesta. Tras varios minutos de enfrentamientos, los mineros lograron cerrar la carretera, cumpliendo así su objetivo de interrumpir el tránsito en el segundo día de movilizaciones.
El bloqueo en Parotani forma parte de una serie de acciones de protesta organizadas por sectores afines al líder del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales. Estos grupos exigen respuestas a las demandas económicas y sociales que han planteado, en medio de crecientes tensiones con el gobierno del presidente Luis Arce.
El Gobierno ha manifestado su preocupación por las repercusiones de estos bloqueos en la economía del país. El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, criticó la ausencia de Morales en una convocatoria al diálogo realizada el lunes, señalando que era una oportunidad clave para discutir la situación económica que ha motivado las movilizaciones.
Montenegro también subrayó que estas medidas de presión afectan principalmente a los sectores más vulnerables de la población. “El ala radical ‘evista’ dice que defiende siempre la economía del pueblo, pero estos bloqueos afectan más a la gente del pueblo, a aquellos que no tienen los recursos ni ingresos medios o bajos”, afirmó.
Mientras tanto, las organizaciones que respaldan a Morales continúan con las movilizaciones, exigiendo que el Gobierno tome en cuenta sus demandas y advirtiendo que las protestas podrían intensificarse en los próximos días si no se llega a un acuerdo.
La situación en Parotani refleja el creciente conflicto entre las facciones internas del MAS y las autoridades nacionales, poniendo en riesgo la estabilidad económica y social de Bolivia, en un contexto en el que la crisis económica sigue siendo uno de los principales puntos de discordia.