AFP.- El presidente ucraniano Volodimir Zelenski llegó este jueves a Moldavia para una cumbre de cincuenta líderes europeos que buscan dar una demostración de fuerza diplomática ante Vladimir Putin, en este país fronterizo de Ucrania que vive bajo temor por Rusia.
El foro de la llamada Comunidad Política Europea (CPE) es mucho más amplio que la Unión Europea, ya que incluye a los 27 miembros de la Unión Europea, más veinte países invitados.
“Estoy feliz de estar aquí”, dijo el presidente ucraniano ante las cámaras, antes de agradecer al pueblo moldavo “por haber recibido a muchos refugiados desde el primer día de la guerra”.
La reunión se celebra en el castillo de Mimi, una finca vinícola en el pueblo de Bulboaca, a 35 km de la capital Chisinau.
“Vamos a confirmar de nuevo nuestro apoyo a Ucrania que resiste a la agresión rusa”, subrayó la presidenta moldava Maia Sandu.
Al igual que en la primera edición en Praga, el pasado octubre, la reunión dará lugar a una foto de familia muy simbólica que tendrá sin embargo una ausencia de peso: el presidente turco Recep Tayyp Erdogan, reelecto el domingo.
El lugar elegido no es casual, dado que la reunión tiene lugar a pocos kilómetros de Transnistria, una región separatista moldava prorrusa.
La CPE es una instancia informal diseñada por el presidente francés Emmanuel Macron, y que reúne a países con perfiles muy diversos, como Armenia, Georgia, Islandia, Noruega, Suiza, Turquía, Reino Unido, Serbia y Azerbaiyán.
Moldavia y Ucrania, deseosas de unirse a la UE
La anfitriona Moldavia tendrá la ocasión de manifestar su impaciencia por unirse a la UE.
“El lugar de Moldavia está en la Unión Europea”, dijo el miércoles Maia Sandu, que recibió un mensaje de aliento de la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien reconoció los “enormes avances” de esta antigua república soviética en las reformas necesarias de cara a una adhesión.
La cuestión de la adhesión se plantea también para la propia Ucrania. Kiev obtuvo el estatus de candidato oficial al mismo tiempo que Moldavia, en junio de 2022. Pero el camino por recorrer es aún largo.
Emmanuel Macron invitó a la UE a repensar su modo de funcionamiento y a “inventar formatos” para responder a esas aspiraciones.
Los dirigentes hablarán igualmente de la seguridad de Ucrania, mientras los cancilleres de los países miembros de la OTAN mantienen otra reunión en Oslo para responder a la demanda de Kiev de sumarse a la alianza atlántica.
Rebajar la tensión en Kosovo
El encuentro será la ocasión de celebrar conversaciones bilaterales o en formatos restringidos, relativos a otros problemas en el continente.
La cita de Moldavia podría ayudar a rebajar la tensión en el norte de Kosovo, donde estallaron incidentes violentos este fin de semana entre policías y manifestantes serbios, que dejaron 30 heridos entre los soldados de la fuerza de la OTAN.
Los serbios boicotearon las elecciones municipales de abril en cuatro localidades, lo que dio lugar a la elección de alcaldes albanokosovares con una participación inferior al 3,5%.
Su toma de posesión la semana pasada incendió la situación en Kosovo, que proclamó unilateralmente su independencia de Serbia en 2008 y cuya secesión no ha sido reconocida por Belgrado.
También se espera una reunión de los dirigentes de Armenia y Azerbaiyán, en plena negociación para poner fin a su conflicto, bajo los auspicios de Macron, del jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, y del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Los dos países vecinos se disputan desde hace tres décadas el control de la región caucásica de Nagorno-Karabaj, enclavada en Azerbaiyán y habitada mayoritariamente por armenios.